Fernando Alonso, contra el gafe del equipo Toyota
Fernando Alonso hará doblete en este 2018. Correrá en la Fórmula 1 con McLaren-Renault y en el Mundial de Resistencia conduciendo un Toyota. El asturiano, si no le ocurre ningún contratiempo, participará en 31 carreras en una temporada, algo que desde los tiempos de Mario Andretti no se hacía y que parecía impensable de realizar en el actual mundo del motor.
La carrera del bicampeón de Fórmula 1 estaba ávida de retos y desafíos, pero tampoco es menos cierto que Fernando Alonso pone en juego su fama y prestigio compitiendo simultáneamente en dos competiciones de máxima exigencia. El ovetense, por si fuera poco, se enfrenta a un asunto que, si las cosas no vienen bien dadas, saldrá a la luz más pronto que tarde: Toyota es un equipo con gafe.
Los japoneses nunca han conseguido ganar en las 24 horas de Le Mans y esa losa pesa mucho en un equipo que ha visto como hasta 24 constructores diferentes ya han disfrutado de la gloria en la prueba a lo largo de su historia. Toyota vende que sus opciones esta temporada se han disparado tras el abandono de Porsche –ganador de los últimos tres años– de la competición.
Lo cierto es que la escudería nipona cuenta con grandes posibilidades, pese a que en la edición 2016 su compañero Kazuki Nakajima vivió un dramático final. Al japonés se le rompió su monoplaza a cinco minutos del final de la carrera cuando iba en primera posición destacado. Sufrió una pérdida de potencia severa y dejó en bandeja el triunfo a los Porsche.
Los japoneses parten como principales favoritos al título y otra cosa que no sea ganar será considerado un fracaso. Los otros dos pilotos que acompañarán a Alonso –Sebastian Buemi y Kazuki Nakajima– cuentan con experiencia en la Fórmula 1 y en el Mundial de Resistencia formando un triplete de máximas garantías, según los expertos.
Alonso, cuya carrera siempre ha estado rodeado de controversia por algunas malas elecciones de equipo, tiene ante sí la oportunidad de romper con ese gafe que históricamente le ha perseguido. En la Fórmula 1, el asturiano ha tirado a la basura cinco temporadas a lo largo de su carrera –dos en su segunda etapa con Renault y tres con McLaren-Honda– y espera que tras firmar por el máximo favorito a ganar cumpla con los objetivos. Toyota lo necesita. En el Dakar también son el equipo con mayor inversión y tampoco han conseguido ganar aún.