Fernando Alonso le calla la boca a Honda, Hamilton y Magnussen
Fernando Alonso tenía muchas cosas que demostrar en el Gran Premio de Australia y a mucha gente que le estaba esperando con la escopeta cargada ahora que tiene un coche que no es de GP2. El asturiano respondió a la exigencia igualando el mejor puesto del McLaren-Honda –un quinto que logró en tres ocasiones durante ese amargo periplo de tres años– en la primera carrera con el binomio McLaren-Renault.
El bicampeón del mundo, al que Lewis Hamilton le soltó un dardo nada más comenzar la temporada afirmando que «no había tomado buenas decisiones últimamente», empezó a ajustar cuentas con todos aquellos que habían dejado de creer en él o le habían menospreciado por el camino.
Otro que recibió un buen golpe en la frente fue su excompañero Kevin Magnussen, que le había lanzado un duro dardo a Fernando tras los entrenamientos del sábado a cuenta de un hecho: su Haas es una copia del Ferrari 2017. «Alonso está molesto porque estamos delante. Me pregunto por qué. Yo he estado en McLaren. He corrido con ellos y he visto sus instalaciones. En comparación con lo nuestro, debe de ser molesto», dijo a Autosport. En carrera, el Haas duró siete vueltas haciendo el ridículo porque sus mecánicos no estuvieron a la altura de un equipo profesional de Fórmula 1 cambiando neumáticos.
Aunque si había a algún equipo al que Fernando Alonso le tenía muchas ganas ese era Toro Rosso-Honda. Los japoneses le habían vacilado de lo lindo en pretemporada siendo fiables en los entrenamientos de Barcelona y hasta obteniendo una velocidad punta más elevada que el motor Renault. Pero la realidad es tozuda y les puso en su sitio. En la vuelta 15, Pierre Gasly hizo una de las clásicas barbacoas con el motor Honda, mientras que su compañero Brendon Hartley rodó como una tortuga terminando el último de la carrera y quedándose a punto de ser doblado por Fernando Alonso.
La vida ha cambiado radicalmente para un McLaren-Renault que sólo puede ir a mejor, tal y como admitió el propio Fernando Alonso. Es hora de mirar hacia arriba y a Red Bull a los ojos. Los británicos quieren hacer honor a su historia en Fórmula 1 y poder pelear por ganar carreras esta temporada. El inicio es más que esperanzador para un Alonso que está a un segundo de la escudería austriaca y a 1,5 de Mercedes y Ferrari. El asturiano ha callado bocas y ha activado su ‘modo party’.