Esto es lo que hay

Araujo
Ronald Araujo, sobre el césped del Wanda Metropolitano. (AFP)

Esto es lo que hay. El Atlético de Madrid dio otro golpe más a la moral del Barcelona en otro partido flojo, muy flojo, del equipo de Ronald Koeman. Los culés fueron un bote con mil boquetes y los colchoneros la mar dispuesta aprovecharse de ellos. El Barça mostró una preocupante fragilidad defensiva en la que quedaron en evidencia una vez más todos los zagueros –y esta vez sin Eric–. Pero es que tampoco reflejó claridad en el otro área, incapaz de generar peligro y sin ningún líder sobre el césped, nadie capacitado para tirar del carro.

Ya lo decía Gerard Piqué tras el partido: «Podríamos estar tres horas y no marcar un gol. La situación es complicada, es difícil. Estamos sufriendo, soy sincero». Así de claro se mostraba el central catalán, capitán del equipo y portavoz de un vestuario que sabe perfectamente los males de la actual plantilla blaugrana, muy alejada del nivel de años anteriores y que está llevando a una situación indeseada entre los jugadores, que se ven incapaces de voltear, de momento, esta dinámica de juego.

Tras los últimos resultados, desencadenados en la noche negra ante el Bayern donde se vieron todas las costuras del equipo, Ronald Koeman ha sido incapaz de encontrar soluciones entre sus jugadores. Está probando todos, tanto jugadores como esquemas, alteraciones y perfiles diferentes para según qué posiciones. Memphis de falso nueve o extremo. Coutinho tirado a una banda o por dentro. Sergi Roberto de carrilero o en la medular. De Jong entre centrales, descolgado o de pivote. Tres centrales o dos. Dos delanteros o ninguno. Probar está probando el entrenador holandés pero es incapaz de dar con la tecla.

Este Barça es un desastre a nivel defensivo. El estado de forma de Gerard Piqué no es el que era, Araujo enlaza partidos en los que abruma su poderío físico y otros en los que no para de cometer errores y Eric García demuestra una gran salida de balón pero que choca con su fragilidad defensiva. Umtiti y Lenglet están fuera del mapa, de momento. La defensa del Barça ha cometido errores y ha concedido mucho. De hecho son ya 13 los goles encajados entre los nueve partidos de Liga y Champions League que ha disputado el equipo. Hasta el momento solo ha mantenido la portería a cero en dos partidos, ante Cádiz (0-0) y Levante (3-0). Bayern y Benfica les endosaron tres mientras que Real Sociedad y Atlético de Madrid les han encajado dos.

Pero los problemas de este Barça son también ofensivos. En estos nueve partidos solo han marcado 11 goles y se han quedado sin ver puerta en cuatro ocasiones, en concreto en las tres derrotas que llevan ya esta temporada donde el equipo también mostró una clara falta de reacción ante situaciones muy desfavorables como han sido los encuentros ante Bayern, Benfica y Atlético. Depay, con tres tantos y Sergi Roberto y Braithwaite con dos son los máximos goleadores por el momento. Piqué, Araujo, Luuk de Jong y Ansu Fati suman otro tanto.

La marcha de Leo Messi y Antoine Griezmann sumadas a las lesiones durante este tramo inicial de la competición han dejado al Barça más que mermado en su parcela ofensiva, improductivo. Suelen tomar el control de la posesión pero es carente de profundidad, no se traduce en peligro. El equipo se ha desmoronado en las áreas y no encuentra a nadie que tire del carro. El grupo de veteranos, como se pudo ver en las palabras de Piqué, está tocado y ninguno de ellos (ni Busquets, Jordi Alba ni Sergi Roberto) tiene dotes como para echarse el equipo a la espalda. ¿Debe ser Pedri? ¿O Ansu Fati con el 10 a la espalda tras una dramática lesión?

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