La emotiva carta de Cristiano Ronaldo en la que desvela su lado más humano

Cristiano Ronaldo
Cristiano Ronaldo celebra su golazo al Real Madrid. (EFE)

Cristiano Ronaldo ha publicado una emotiva carta en la que habla sobre su carrera en The Players Tribune. El delantero del Real Madrid habla de su primer partido de fútbol con siete años, sus inicios en Lisboa, sus ambiciones y reconoce que su sueño siempre fue el de vestir la camiseta que luce hoy en día.

Infancia en Madeira

«Yo seguía mirando a la banda antes de cada partido y veía ahí a mi padre, de pie, solo. Hasta que un día –jamás olvidaré esta imagen– mientras calentaba, volví a mirar como siempre y ahí estaban mi madre y mis hermanas, sentadas en la grada. Me sentí tan bien en ese momento. Significó mucho para mí. Algo cambió dentro de mí. Me sentí orgulloso. Y aquel día, yo me sentí así. Me sentí protegido y querido. Como solemos decir en portugués, menino querido da família».

Primer partido

«Mi padre era el utillero del Andorinha y no paraba de animarme a ir y jugar con el equipo filial. Yo sabía que eso le haría sentir orgulloso, así que fui. El primer día había un montón de reglas que yo no entendía, pero me encantó. Me enganché a la organización y a la sensación de ganar».

Escasez económica

«Es cierto que no teníamos mucho dinero en esa época. La vida no era fácil entonces en Madeira. Solía jugar con botas viejas que heredaba de mi hermano o que me prestaban mis primos. Pero cuando eres niño, no te preocupa el dinero».

Fichaje por el Sporting de Lisboa

«Tenía once años el día que me mudé de la isla a la academia del Sporting de Lisboa y fue la etapa más difícil de mi vida. Me parece una locura cuando lo recuerdo. Mi hijo, Cristiano Jr., tiene 7 años en estos momentos. Solo pensar en cómo me sentiría si dentro de 4 años estuviera ayudándole a hacer las maletas para mandarle a París o Londres… prefiero ni imaginármelo».

Cambio físico

«Yo era muy flaco. No tenía músculo. Así que a los 11 años tomé una decisión. Ya sabía que tenía más talento que los demás. En ese momento decidí que también iba a trabajar mucho más duro que ellos. Empecé a escaparme de la residencia por la noche para entrenar. Me puse más fuerte y rápido. Y entonces, cuando salía al campo, aquellos que solían decir que era demasiado pequeño me miraban sorprendidos, como si se les cayera el mundo encima».

Siempre quiso jugar en el Madrid

«Al principio, ganar trofeos era muy emocionante para mí. Recuerdo cuando gané mi primera Champions con el Manchester, las emociones me superaron. Lo mismo con el primer Balón de Oro. Pero mis sueños eran cada vez más grandes. Supongo que así funcionan los sueños, ¿no? Yo siempre había admirado el Madrid y quería un nuevo reto. Quería ganar trofeos con el Madrid, romper todos los récords y convertirme en una leyenda del club».

Mejor recuerdo

«Cuando eres padre la sensación es completamente diferente. Una sensación que no puedo describir. Es por eso que mi tiempo en el Madrid ha sido especial. He sido futbolista, sí, pero también he sido padre. Hay un momento con mi hijo que va a quedar grabado para siempre en mi memoria. Es el momento justo después de ganar la última final de la Champions en Cardiff. Acabábamos de hacer historia. Tras el pitido final, sentí que había mandado un mensaje al mundo. Pero entonces mi hijo entró al campo a celebrar conmigo… y la emoción cambió al instante. Él estaba corriendo de un lado para otro con el hijo de Marcelo. Agarramos el trofeo juntos. Y después paseamos por el campo de la mano. Es una alegría que jamás había sentido hasta ser padre. Son tantas las emociones pasando al mismo tiempo que es imposible describir con palabras lo que sentí».

Ambicioso

«Después de 400 partidos con el Madrid, ganar sigue siendo mi máxima ambición. Lo es todo para mí. Creo que nací siendo así. Pero la sensación cuando gano ha cambiado. Este es un nuevo capítulo en mi vida. Tengo un mensaje muy especial grabado en mis nuevas botas Mercurial. Está justo en el talón y es lo último que veo antes de atarme los cordones e ir hacia el túnel. Es como un último recordatorio, la última motivación. Dice, «El sueño del niño».

Lo último en Deportes

Últimas noticias