Cura de humildad de Hamilton y Mercedes a Red Bull
No sólo los pilotos ganan carreras, los equipos desde el muro también resuelven situaciones a veces indescifrables para los competidores. Fue el caso de Mercedes en Hungría. Parecía imposible que las Flechas Plateadas pudiesen adelantar al Red Bull de Max Verstappen hasta que a alguien se le ocurrió la idea de parar a una segunda vez 20 vueltas y jugarse el todo por el todo en la pista.
Hamilton, que no se explicaba muy bien los motivos de esa parada cuando estaba pegado a Verstappen, se fue a más de 20 segundos de su rival. En Mercedes sabían que con ruedas medias nuevas tendrían una oportunidad de adelantar al holandés si Lewis cumplía en su particular contrarreloj. Segundo a segundo por vuelta, el inglés se echó encima del Red Bull y a cuatro giras del final le pasó como un obús. La estrategia había matado al equipo austríaco, que podría haber conseguido su tercer triunfo consecutivo.
Hamilton celebró a lo grande un triunfo que era casi imposible. El que sale primero en Hungría tiene todas las de ganar por lo complicado del circuito para adelantar. El equipo Mercedes, sin embargo, demostró no contar únicamente con el motor más potente de la parrilla, sino que además sacó a relucir las mentes más brillantes de la misma.
Tercero de carrera fue un Vettel al que Ferrari sigue dejando que ejerza de líder del equipo, pese al desastre de los resultados. Leclerc volvió a abrirle de par en par la puerta para que pisase el podio.
Por su parte, Carlos Sainz confirmó a McLaren como el cuarto equipo del Mundial sumando un nuevo quinto puesto en Hungría. La carrera del madrileño fue sólida y de lo más correcta aprovechándose de los errores de Bottas y Norris para ascender a dicho puesto y luego saber aguantar el empuje del Red Bull de Gasly para darle a su equipo unos puntos que saben a gloria.
Con el ecuador de la temporada alcanzado quedan claras varias cosas. Hamilton y Mercedes tienen el título a tiro. Verstappen se ha convertido en el mejor piloto de la parrilla. Ferrari cuenta con un gran coche y un desastre de pilotos. Y McLaren puede soñar con un podio si se dan las circunstancias adecuadas.