Las cuentas del Atlético: seis de seis en Sevilla y empate en el Clásico

Cerrar la próxima semana con seis puntos de ventaja sobre el segundo. Ese es el escenario ideal que dibuja el Atlético de Madrid en vísperas de sus dos desplazamientos consecutivos a Sevilla. El equipo se marca como objetivo sumar los seis puntos posibles en el Sánchez Pizjuán y el Benito Villamarín y esperar a que Real Madrid y Barça empaten en el Clásico. Unas particulares cuentas de la lechera que, por supuesto, también pueden acabar con el cántaro roto. Esta jornada es imposible que el equipo pierda el liderato, pase lo que pase, pero sí que puede abandonar la primera plaza en la siguiente si los resultados le son desfavorables.

Las dos primeras semanas de abril van a arrojar mucha luz sobre el desenlace final de la lucha por el título. En teoría ésta es una jornada sencilla para Real Madrid (recibe al Eibar) y Barcelona (en casa ante el Valladolid), que podrían recortarle puntos al Atlético si no son capaces de ganar al Sevilla en el Pizjuán, pero ambos se verán las caras en el Clásico en la siguiente (sábado 10 de abril, 21.00 horas Valdebebas) y por ahí pasan muchos de los cálculos mentales que se hacen en el club rojiblanco. Aunque existe coincidencia en considerar al Barcelona como el rival más fuerte en estos momentos, lo cierto es que el Real Madrid le tiene ganado el golaverage al Atlético, y ese puede ser un detalle crucial.

En consecuencia el resultado por el que se apuesta en el Wanda es el empate, que significaría que tanto blancos como azulgranas se dejarían dos puntos en el camino. Esa hipotética igualada, sumada a las dos victorias a las que aspiran los de Simeone cerca del Guadalquivir, les permitirían volver a los seis puntos de ventaja sobre el Barcelona y ocho sobre el Real Madrid de los que disfrutaban antes de empatar en Getafe hace dos jornadas.

Hay que recordar que una vez disputado el Clásico en la jornada 30 quedarán todavía ocho partidos para finalizar el campeonato, 24 puntos en disputa que suponen un margen muy grande para darle un vuelco a la clasificación. Y por ahí aparece marcado en rojo el choque de la jornada 35 en el Camp Nou ante el FC Barcelona. En los dos últimos títulos ligueros conquistados por el Atlético, en 1996 y 2014, fue imprescindible arrancar buenos resultados en campo azulgrana (1-3 con Antic, 1-1 con Simeone) y todo hace indicar que esta vez sucederá lo mismo. Pero por si acaso, para tratar de cubrir un margen de error, lo que se quiere es intentar llegar a ese partido por lo menos con los cuatro puntos de ventaja sobre el segundo de los que se dispone a día de hoy.

Así, si se pierde, quedaría todavía un mínimo margen para administrar en las tres jornadas finales, de las que dos se disputarán en el Wanda (Real Sociedad y Osasuna, consecutivas) y una final en Valladolid ante un rival que quizás esté luchando por evitar el descenso.

Por supuesto el discurso oficial rojiblanco no va a variar del clásico «partido a partido» que ha defendido Simeone desde el primer día de su llegada, pero aunque lo nieguen de puertas para fuera, dentro sí se hacen mil y un números para prever dónde puede existir un punto de debilidad en los rivales, y no cabe duda de que ese Real Madrid-Barcelona es decisivo porque resulta del todo punto imposible que ambos ganen. O uno se deja tres puntos o los dos dejan de sumar dos cada uno. Y eso, en cualquiera de los escenarios, favorece al Atlético.