Al Castilla vuelven a frenarle en seco (0-2)

El Castilla cayó ante el Toledo por 0-2 en el estadio Alfredo di Stéfano en un duelo en el que el arbitraje perjudicó claramente a los hombres de Santiago Solari. El choque estaba predestinado a marcar el futuro de dos escuadras llamas a pelear por una de las cuatro posiciones que dan derecho a jugar la fase de ascenso a Segunda División. Si el Castilla se llevaba los tres puntos escalaba hasta la tercera posición, mientras que una victoria toledana abriría brecha con el filial madridista y todo un tren de equipos que vienen por detrás con un mismo objetivo.

El Castilla llegaba lanzado al encuentro, había saldado con victoria los dos últimos partidos, y con la tranquilidad que daba el saber que hagas lo que hagas no ibas a salir de las posiciones de playoffs. Pero también tenían la responsabilidad de demostrar que ya era un equipo hecho en un encuentro crucial. Y parece que esto pesó más en los primeros minutos.

Los blancos salieron nerviosos. Desorganizados. Lo que provocó que pronto el Toledo se hiciera con las riendas de la contienda y, por consiguiente, empezase a crear ocasiones de peligro. En las dos primeras se encontraron con un Luca Zidane que está en un estado de forma brutal. Pero en la tercera no fallaron. A la salida de un córner la defensa blanca pecaba de blanda y Owusu terminaba introduciendo el balón en la meta madridista. Le tocaba remontar al Castilla y tenían 80 minutos por delante para hacerlo.

Los chicos de Solari dieron un paso hacia adelante y se empezaron a sacudir la presión. Esto provocó que entrando por las bandas inquietaran al Toledo. Enzo tuvo la ocasión más clara tras encontrarse un balón suelto en el área que terminó estrellando contra la defensa. Simple espejismo, ya que pronto los visitantes volverían a crear peligro.

Pablo González estuvo muy cerca de hacer el 0-2. Y es que, el Castilla estaba más impreciso que nunca. Era incapaz de tranzar jugadas de ataque y las pérdida en el centro del campo le pasaban factura. Hasta que se cumplió el minuto 30 de encuentro. Aquí todo cambió.

El Castilla mordía en el centro del campo, recuperaba un esférico que acababa en las botas de Enzo y este asistía a Sergio Díaz. El paraguayo recibía el regalo, encaraba la portería y cuando Valdebebas se preparaba para cantar gol, la definición del atacante se marchaba rozando el palo. Varapalo que sirvió para que los blancos se activasen. Y minutos después se cabreasen cuando veían como Febas caía en el área y el árbitro en vez de pitar penalti amonestaba al catalán. No era suficiente para el andaluz un empujón y posterior pisotón como para para pitar pena máxima. Incredulidad y mosqueo a partes iguales en las filas castillistas.

Pero ya nada sería igual. El partido se igualaría. Aunque Luca se tenía que vestir de santo una vez más para hacer una parada espectacular. Los blancos se sentían más cómodos cuando el descanso acechaba. Antes del intermedio Sergio Díaz la volvió a tener y Febas empezó a demostrar su magia. Pero nada se volvió antes del intermedio

Demasiado castigo

La segunda mitad mantuvo el guión de los últimos minutos de la primera. El Castilla mandaba y el Toledo esperaba agazapado una contra que finiquitase la contienda. En estas, cerca estuvieron los blancos de encontrar la igualada con un pase la muerte de Achraf hacia Campuzano que nunca llegó ya que que Pablo Alcolea lo atajaba con contundencia.

El Castilla se sentía cómodo, pero todo se iba a truncar cuando Febas iba a ver una merecida amarilla que le iba a mandar a los vestuarios. Cartulina clara la que vio el de Lleida, pero precedida de una que le mostraron en la primera parte tras sufrir un claro penalti. A pesar de esto, el Madrid siguió igual. Era el dueño del partido. Y Solari movía ficha desde el banquillo dando entrada a Lienhart por Enzo, pasando a jugar con defensa de tres.

La apuesta duraría pocos minutos. Ya que el atrevimiento madridista era penalizado por el Toledo. Expósito, ex cantero blanco, hacía un 0-2 que sentenciaba la contienda. Con el segundo tanto el partido se fue muriendo poco a poco. Los visitantes se daban por satisfechos y el filial no daba para mucho más. Antes de pitar el final, Luca volvió a realizar una gran intervención. Al Castilla le frenaron en seco.