El Castilla toca fondo (1-3)

Comenzaba metido el Castilla un encuentro a vida o muerte en el que sólo valía ganar. Todo lo que no fuera eso, con cinco partidos por delante después de terminar este duelo, era empezar a despedirse de jugar la fase de ascenso a Segunda División. Con la presión que los hombres de Solari tenían encima saltaron al campo decididos a sacudirse los nervios marcando un gol tempranero.

En los 10 primeros minutos de partido el Castilla gozó de tres ocasiones claras para hacer gol. No acertó en ninguna. Y lo terminaría pagando. La falta de puntería blanca y el haberse visto en desventaja en esas ocasiones hizo que el Arenas terminara dando un paso hacia adelante. Sin crear el mayor peligro se encontraron con un penalti tan claro como desafortunado. Mario Hermoso alzaba la pierna para despejar y golpeaba en la cabeza a un jugador rival. El árbitro señalaba una pena máxima que Dani López no iba a desaprovechar. Sin saber muy bien como el filial perdía 0-1.

El gol provocó la reacción madridista y utilizando la banda derecha como base de operaciones para crear cualquier jugada de ataque trataron de inquietar el arco defendido por un Txemi que si lo llega a ver Lopetegui le convoca. Esa es otra de las cosas de este Castilla. Tiene la mala costumbre de hacer a los porteros rivales internacionales. Así fue muriendo un primer acto donde el Castilla sacó muchas cosas sobre las que reflexionar.

Esperpéntico segundo tiempo

Saltaba primero el Castilla al césped en la segunda parte. Como con ganas de comenzar rápido para dar la vuelta a la situación. Y así hubiera sido si Cabero no hubiera sacado sobre la línea de gol un disparo de Enzo que se colaba. Era el minuto 47 de partido y la cosas ya parecían distintas. Eso sí, en la respuesta Carlos Abad se hizo enorme para evitar el segundo gol de la escuadra vasca.

El Castilla, pasado el susto, volvió a su cometido. Tratar de buscar el gol del empate lo antes posible para dar la vuelta a un partido que se debía ganar. Pero cuando parecía que el objetivo estaba en marcha,  Txopi hacía el 0-2 con un disparo desde la frontal en el que Abad pudo hacer más. Jarro de agua fría para los blancos. Aunque quedaba más.

Lienhart todavía iba a hacer el gol tonto de la temporada. El austriaco cedía a Carlos Abad, éste no controlaba  y el balón terminaba dentro del arco madridista. El poco público del Alfredo di Stéfano miraba atónito el esperpento. Otros, no pocos, tomaron la decisión de marcharse de Valdebebas ante tremendo descalabro. El Castilla se quedaba solo.

Por delante quedaban 20 minutos de tortura. Lin, Solari tiraba del jugador chino, pudo recortar distancias con un cabezazo, pero tampoco. La tortura fue pasando, mientras el Arenas marcaba en fuera de juego, Achraf se jugaba la expulsión y Quezada, el mejor en las últimas semanas, hacía el gol de la honra. El marcador no se movería más. El Castilla se alejaba un poco más del objetivo del ascenso tras dar vivir una noche en la que nada salió.