Casemiro: el hombre que equilibró al Madrid

Casemiro
Casemiro, en un partido con el Real Madrid. (Getty)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Carlos Henrique Casemiro ha sido la gran revelación de la plantilla del Real Madrid 2015-16. El mediocentro brasileño se fue haciendo un hueco en el once madridista a base de trabajo y muchas piernas, para ser finalmente una pieza clave en la conquista de la Champions League. 

Muchos fueron los que pensaron que, con la contratación de Benítez, Casemiro iba a ser una pieza muy importante desde el principio, pues repondía al perfil de centrocampista que el entrenador madrileño había alineado a lo largo de su carrera en los banquillos.

Efectivamente, el ’14’contó con un tramo de protagonismo en el que ejerció de ancla madridista, recibiendo grandes elogios por su actitud, pero la apuesta acabó en el tramo final de la era Benítez con él en el banquillo en detrimento de un irregular Kroos, al que se le pedía una labor demasiado oscura como para destacar.

La llegada de Zidane supuso la presencia en el banquillo de manera continuada de Casemiro, debido a la importancia del toque y por tanto de la figura de Kroos como mediocentro, con Modric e Isco de interiores. Sin embargo, la derrota en el Santiago Bernabéu frente al Atlético de Madrid supuso un punto de inflexión en este nuevo Real Madrid, que a partir de aquí apostaría por Casemiro en la posición de mediocentro, adelantando a Kroos para que jugara más adelantado y con menos peso defensivo.

A pesar de que el rendimiento de Casemiro en defensa fue destacado, la presión ejercida por los rivales en salida de balón hizo sufrir al brasileño, que no es tan virtuoso como sus compañeros en la media. Zidane, en vista de este escenario, realizó un ajuste clave, apartando a Casemiro de los primeros circuitos de pases, permitiéndole centrarse solo en defensa, donde rozó el sobresaliente en el triunfo del Real Madrid en el Camp Nou que inició la crisis del eterno rival y pudo equilibrar a los blancos, permitiendo a sus jugadores de mayor talento centrarse en las labores de creación y ejecución del juego.

La Undécima, su confirmación

Su cúlmen, después de unos problemas físicos que le impidieron jugar frente al Manchester City, llegó en la final de Champions League frente al Atlético, mismo rival que le alzó, involuntariamente, a la titularidad meses antes. El brasileño fue primordial en el partido que significó la Undécima para el Real.

Casemiro se impuso en cada choque y mostró una evolución en cuanto al control de su temperamento y la dosificación de su físico, llegando a la prórroga como una moto imparable para sus rivales colchoneros, a los que, al igual que al resto del mundo del fútbol no les quedó más que reconocer la vital importancia de la figura de Carlos Henrique Casemiro para el equilibrio del actual Real Madrid. 

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