Carlos Rodríguez se corona en la etapa reina del Tour por delante de Pogacar y Vingegaard

Carlos Rodríguez hace historia en el Tour de Francia, después de un etapón en el que se consolidó entre los mejores de la carrera. En la etapa reina de la ronda gala, a los pies del Joux Plane, el andaluz firmó a sus 22 años su primer triunfo, entrando por delante de Pogacar y Vingegaard en la meta de Morzine. Un ataque en el descenso del puerto, que coronó por detrás de los favoritos, le llevó a regalarle a España su tercera victoria en esta edición. Además, consigue arrebatarle el tercer puesto de la general a Hindley.

La Grande Boucle vivía una de sus etapas reinas en la segunda jornada alpina. 152 kilómetros entre Annemasse y Morzine Les Portes du Soleil con un puerto de tercera para abrir boca al que seguirían otros tres de primera (Cou, Feu y La Ramaz) antes del Joux Plane, de categoría especial, finalizando tras bajarlo. Con 4.200 metros de desnivel, era uno de los días marcados en rojo para los hombres de la general, sobre todo tras el ataque demoledor de Pogacar en los últimos 400 metros del Grand Colombier el viernes, que le dejó a nueve segundos de arrebatarle el amarillo a Vingegaard.

Nada más comenzar, una gran montonera obligó a neutralizar de nuevo la carrera. Había nervios en el pelotón y hasta 20 corredores se vieron implicados, con la nota negativa del abandono de Chaves, Meintjes y Pedrero por los daños que les ocasionó el accidente.

Después de una etapa dominada por el UAE el viernes, en la que desgastaron al equipo del líder, los Jumbo-Visma no estaban dispuestos a ceder más. Tomaron las riendas desde el comienzo y, aunque se formó una multitudinaria escapada, a La Ramaz ya llegaron en cabeza de carrera.

Kuss, Kelderman y Van Aert protegían a su líder antes de encarar la subida final, donde Pogacar, por su parte, contaba con la ayuda de Adam Yates, Majka y Grossschartner. Junto a ellos, en el grupo, Hindley, Carlos Rodríguez, el otro de los Yates, Pello Bilbao o Gaudu.

Pasaban por La Ramaz sin que se produjesen movimientos, dejando todo para la Col de Joux Plane. Un puerto de 11,6 kilómetros, con un desnivel del 8,5%, pero con cinco kilómetros finales infernales. Fue entonces cuando Emirates pasó al ataque. Nada más comenzar, Majka cambiaba el ritmo, seleccionando aún más la carrera y rompiendo la estrategia de los Jumbo, donde sólo aguantaba con Vingegaard su inseparable Kuss, aunque se reenganchaba después Van Aert para volver a agitar el grupo.

Tras el nuevo cambio de ritmo del belga, únicamente quedaban en el grupo de cabeza los cinco primeros de la general, Felix Gall y Sepp Kuss, que era quien tiraba. Entraban en la segunda mitad del puerto con Carlos Rodríguez buscando meterse en el podio, ante un Hindley que cedía. La joven promesa del ciclismo español aguantaba solo con Pogacar, Vingegaard y los dos gregrarios de ambos.

Histórico Carlos Rodríguez

Fue entonces cuando Tadej Pogacar hizo un gesto a su compañero Yates y este cambiaba el ritmo. Se descolgaban Rodríguez y un Kuss que había cumplido ya con su trabajo. Jonas Vingegaard se preparaba para defender el amarillo ante un ataque que no tardó en llegar. El esloveno lo intentaba a 3,5 de la cima del puerto y a más de 15 de meta, con un arranque brutal con el que no consiguió hacer todo el daño que quería. El danés aguantaba a una distancia salvable y terminaba alcanzándole a poco más de un kilómetro para coronar.

Esperaba bonificación en la cima y fue para el líder. Intentó Pogacar el sprint pero se vio frenado por las motos que iban delante y, después, Vingegaard le sorprendió para picarle tres segundos más en la general. En el descenso, la excesiva vigilancia entre ambos llevaba a Yates y a Carlos a unirse a ellos.

Lo probaba el español, aprovechándose de la vigilancia entre los dos primeros de la general. Carlos Rodríguez se marchaba a por su primera victoria en el Tour de Francia, con sólo 22 años, confirmando además el resurgir del ciclismo español, que suma su tercera victoria. Acabó metiéndole en meta a Hindley 1:46, además de 12″ de bonificación, lo que le permite situarse en el podio, por un segundo de diferencia.