La Bundesliga del Bayern no tapa el fracaso de la era Guardiola

El Bayern se proclamó campeón de la Bundesliga tras vencer a domicilio al Ingolstadt por 1-2, gracias al doblete de Lewandowski. A falta de una jornada para la conclusión de la liga alemana, los bávaros han batido el récord de Alemania con su cuarto título consecutivo, el tercero con Guardiola en el banquillo. De esta forma suman la Ensaladera número 26 en su historia, algo que pudo haber concretado el pasado fin de semana si no llega a empatar ante el Borussia Mönchengladbach.

Aun así, este éxito no tapa el gran fracaso de la era Guardiola en la que no han logrado ni tan siquiera llegar a una final de Champions. En su primer año Pep conquistó la Bundesliga y la Copa de Alemania. También alzó el Mundial de Clubes y la Supercopa de Europa, ambas fruto de la Liga de Campeones lograda con Heynckes.

El técnico catalán llegó al club bávaro con la intención de dar un salto de calidad en Europa. La Champions ganada en 2013 les volvía a meter entre los grandes equipos del continente europeo. Un título que llevaban 12 años sin conquistar. Desde aquella final de Milán ante el Valencia en 2001, en la que el Bayern levantó su cuarto Copa de Europa en los penaltis, no habían vuelto a ganarla.

Estuvieron apunto de hacerlo en 2012, pero vieron cómo el Chelsea les arrebataba el sueño de un plumazo en su propia casa. La decisión de traer a Pep se tomó en cuanto Heynckes anunció su marcha. No esperaban que el alemán llevara al equipo en volandas hacia su quinta corona. Con Guardiola pretendían conquistar más veces la Liga de Campeones. No querían tener que esperar tanto tiempo para volver a levantar una Champions. Sin embargo ha caído las tres veces ante equipos españoles en semifinales.

Tras las derrotas ante Madrid y Barça en los años anteriores, se esperaba que a la tercera fuera la vencida. Pero no fue así. El Atlético le ha apeado de Europa en semifinales. Otra vez se ha quedado a un paso de la final y se ha tenido que consolar con ganar la Bundesliga, algo que es casi una obligación para el Bayern. Podría firmar un doblete ganando la final de la Copa ante el Dortmund, pero sería un doblete bastante amargo que no taparía el fracaso en su etapa al frente del conjunto bávaro.