El Barça firma 20 finales ACB consecutivas
Una buena parte del baloncesto español no comparte su visión tacaña de jugar al baloncesto. Sin embargo, los resultados dan la razón a un Xavi Pascual que hace de la regularidad su mayor virtud ante un juicio público. Ni el mejor Real Madrid de la historia, campeón de todo lo posible en el último año, ha provocado que su puesto se tambaleé mínimamente. Su defensa sería el sueño de un abogado defensor: a cada torneo que juega dentro de la marca ACB -Liga, Copa o Supercopa- siempre alcanza la final y van 20 consecutivas. Sólo falló en la Copa del 2009 de Madrid. Desde entonces su nombre siempre ha ido ligado al de final.
«Hemos hecho nuestro trabajo. Sabíamos las cosas en las que no debíamos cometer errores y hemos ejecutado el plan a la perfección», alabó escueto un técnico que nunca dejará un titular fuera de tono o de contexto. El Barça ha encontrado en él una tranquilidad que hasta a veces resulta monótona a la hora de afrontar competiciones. Ayer el Gran Canaria fue su víctima, vapuleada por 88-60 en un portentosa segunda mitad.
Desde que el 14 de febrero de 2008 cogiese el puesto de Dusko Ivanovic -rescindido tras no conseguir clasificar al equipo para la final de Copa del Rey días antes-, Pascual ha sabido sacar partido de los grandes jugadores de los que ha dispuesto en un plantel siempre encabezado por Juan Carlos Navarro como faro, pero bien secundado por estrellas de calibre continental como Pete Mickeal, Erazem Lorbek, Marcelinho Huertas o Kostas Papanikolaou.
El 50% de triunfos en finales es quizá su peor enemigo en la estadística. Sin ir más lejos, el Real Madrid ha sido campeón en la última década en un 66% cuando alcanzó la final, mientras que Baskonia lo fue en casi un 80%. Falta instinto asesino a Pascual, pero sí que es cierto que a regularidad ningún equipo le gana. Hoy ante Unicaja parte como favorito para romper una racha de tres finales seguidas cayendo derrotado.