El Barça, como loco por cruzarse con el Atlético en cuartos de Champions para ir al Mundial de Clubes

El sorteo de mañana de los cuartos de final de la Champions es la única salida que le queda al Barça para agarrarse al Mundial de clubes que organizará la FIFA en 2025, pero debe darse una circunstancia paradójica: su rival debe ser el Atlético de Madrid. Ésta es la única forma viable que tienen los azulgranas para remontar la que parece insalvable distancia de seis puntos de la que disfrutan los de Simeone tras haber eliminado ayer al Inter en la tanda de penaltis.

Con las reglas en la mano el Barcelona necesita ganar los dos partidos de cuartos más un empate en semifinales para igualar al Atlético pero, por supuesto, depende de que los rojiblancos no sumen ni un solo punto. En este escenario, la posibilidad más plausible para lograrlo pasa por enfrentarse a ellos y derrotarles tanto en el Metropolitano como en Montjuic. De este modo los de Xavi se plantarían en semifinales a un solo punto de distancia, pero habiendo eliminado ya del tablero de juego a su principal rival en la lucha por una plaza en el Mundial de clubes. Entonces un empate en semifinales ya les valdría porque a igualdad de puntos se clasifican ellos.

Las estadísticas de enfrentamientos en Champions con el Atlético no refuerzan esta teoría. Más bien al contrario, ya que en las dos ocasiones precedentes los de Simeone les eliminaron en cuartos de final de las ediciones de 2014 y 2015. Sin embargo es el único clavo ardiendo al que pueden agarrarse ahora mismo para pelear por una competición que les asegura 50 millones de euros simplemente por participar, y que ahora mismo tienen muy, muy lejana.

El Atlético, consciente de esa posibilidad, y sabedor también de que el Barcelona es un equipo que se le da muy mal -ha sido el último en ganar un partido de Liga en el Metropolitano, en enero de 2023-, prefiere eludirlos en cuartos ya que el club prioriza por encima de todo el Mundial de clubes por los ingresos espectaculares que le reportará. Eso sí. Éste es un plan supeditado al hecho de que el Barça gane los dos partidos. Si, por ejemplo, empataran en el Metropolitano, aunque luego los azulgrana se impusieran en Montjuic y se clasificaran para semifinales, entrarían en la penúltima ronda de Champions tres puntos por debajo, lo que les obligaría a ganar un partido y empatar otro, o lo que es lo mismo, a clasificarse para la final de Wembley.

En el Metropolitano priorizan al Arsenal, al que consideran el rival más asequible, y al que ya eliminaron en semifinales de la Europa League de 2018, pero con la boca pequeña son muchos los que querrían jugar ante el Real Madrid porque creen que le tienen tomada la medida esta temporada y así conseguirían quitarse la espina de dejarle fuera por primera vez en los emparejamientos entre ambos en Champions.