Augusto: «Estoy orgulloso de todo el camino, los años difíciles me han enseñado mucho»
Augusto Fernández se mostró muy feliz tras la consecución del título de campeón del mundo de Moto2. El piloto mallorquín asegura que se emociona al pensar que es campeón y habló sobre todo lo que ha vivido para llegar hasta aquí. Reconoce que los años duros le han enseñado bastante y que no se arrepiente de nada. Sobre la caída de Ogura dijo que lo sentía pero que eso le ha permitido «disfrutar de la carrera».
Emocionado
«Cada vez que me dicen que soy campeón, me pongo a llorar. No me lo creo aún. Han sido unos últimos días difíciles, aunque no lo hemos querido… lo hemos llevado bastante bien la presión, pero sabíamos lo que nos estábamos jugando. Poco a poco me lo voy creyendo. Ha sido un año increíble. Me lo he pasado muy bien. Incluso esta carrera. Lo siento por Ogura, que se ha caído, pero me ha dejado disfrutar, por lo menos, las últimas vueltas de Moto2. Al principio, sí que estaba controlado, porque sabía que tenía el ritmo. Menos mal que lo hemos podido soltar, pero sí que he sentido la presión de controla, pero tampoco puedes fallar. Vi que Alonso López y Acosta se empezaban a pegar y dije: A ver si va a ganar Ogura. También tengo que apretar. Han sido unas primeras vueltas de pensar demasiado, que no me lo he pasado bien, pero, luego, buah. Me he soltado, he disfrutado de la carrera, he apretado, he intentado ganar. La verdad es que no tenía nada más, Pedro ha hecho un carrerón. Nos hemos apretado a muerte. Brutal».
Sentirse campeón tras la caída de Ogura
«Cuando se ha caído Ogura, he dicho: ya está. He pensado y me he dicho: no hay manera, si me caigo tampoco. He querido asegurarme y me he olvidado. Me he dicho: vale, pues concéntrate en ganar la carrera porque me quedaban un montón de vueltas y, si no, se me iba a hacer eterna. Como sabía que tenía el ritmo, dije: va, a ganar la carrera. Ha habido algún bajón mental, que me decía: Ostras, eres campeón del mundo. Pero me he querido concentrar hasta el final: tirar y tirar para intentar ganar, porque quería ganar, también. Ahora me lo voy creyendo más. Tampoco me lo creía mucho en la celebración con mis amigos, con todo el pueblo que ha venido, cuando he visto a mi madre, mi hermano, mi padre… Poco a poco».
Orgulloso
«Me siento orgulloso de todo el camino, creo que todo pasa por algo. Los años difíciles nos han enseñado un montón y nos han hecho construir el piloto y persona que soy ahora. No me arrepiento de nada y estoy muy orgulloso de todo el camino».