PRIMERA DIVISIÓN / JORNADA 28

El Atlético toca fondo: bochorno histórico en Cádiz

Pierde ante un rival que no ganaba un partido desde septiembre

Indigna actuación de los jugadores rojiblancos, señaladísimos

Las miradas empiezan a dirigirse hacia Simeone: una victoria en nueve desplazamientos

Atlético
Tomeu Maura

Éste será un partido que se recordará por mucho tiempo. El bochorno histórico del Atlético en Cádiz ante un rival que no ganaba desde el mes de septiembre va a tener consecuencias y el primer señalado es Simeone. Una sola victoria en nueve desplazamientos es suficiente indicativo como para detectar que el entrenador también es responsable de este desastre. Comenzando por Oblak, cuyo declive es cada día más evidente, y acabando por Morata, que lleva una segunda vuelta catastrófica, el equipo no está a la altura de la camiseta. A punto de entrar en una semana decisiva en la que Inter primero y Barcelona después visitarán el Metropolitano, la temporada huele a auténtico fracaso.

Superado en todas las líneas, sin capacidad de ganar ni un solo duelo, sin ponerle al partido ni siquiera la mínima intensidad exigible a un equipo profesional, el balance del Atlético fue de vergüenza ajena. El Cádiz, todo pundonor, consiguió mantenerle lejos de Ledesma y, en cuanto pudo, le clavó el aguijón. A los 24 minutos un centro de Rubén Sobrino desde la izquierda superó a Paulista y a Hermoso y llegó a Juanmi que, situado entre los dos centrales, cabeceó a bocajarro al fondo de la red de un Oblak que volvió a quedarse clavado bajo los palos.

Obligado por el resultado, el equipo aprovechó el paso hacia atrás que dio el Cádiz para, por lo menos, aparecer alguna vez en las cercanías de Ledesma. Sin embargo su dominio no se tradujo en nada positivo porque fue incapaz de poner ni siquiera en apuros a los defensores andaluces, que protegieron el resultado con absoluta comodidad mientras el Atlético chocaba una y otra vez contra su propia incompetencia.

Cuando González Fuertes interrumpió el partido para poner fin a un primer acto vergonzoso la sensación era que Simeone estaba obligado a cambiar a los once jugadores en el descanso porque ni uno solo tenía nivel de Primera División, aunque había alguno especialmente señalado. Que un futbolista como Saúl haya igualado hoy en número de partidos a una leyenda como Gabi indica hasta qué punto son una farsa las estadísticas en el fútbol.

🏧 Saúl iguala a Gabi, con 417 partidos, como el noveno jugador con más partidos en la historia del club.

Por supuesto el ilicitano ya no volvió al campo en la segunda parte porque lo contrario hubiera sido surrealista. No fue el único. De Paul y Memphis también se marcharon y entraron Correa, Nahuel y Riquelme para cambiarle la cara a un equipo que definitivamente había llegado a su propio sótano y que, lejos de mejorar, siguió empeorando. A los 63 minutos un balonazo largo de la defensa gaditano cogió fuera de sitio a Paulista, al que superó Juanmi, y a Oblak, de nuevo lento y falto de reflejos. Es cierto que hubo un toque del delantero al defensa brasileño, pero no dio la sensación de que fuera suficiente para que el gol se anulara.

La tarde más bochornosa de la temporada se cerró sin poder ni siquiera reducir diferencias. Cansado de dinosaurios que no aportan nada, Simeone recurrió a la sangre fresca de Vermeeren y El Jebari, que jugó sus primeros minutos con la camiseta del Atlético. No fue desde luego el mejor escenario. Ahora no queda otra que preparar el partido de vuelta de Champions del miércoles ante el Inter. Visto lo de hoy no parece que haya ni la menor posibilidad de dejar fuera de la competición al líder de la Liga italiana, pero con el Atlético nunca se sabe.

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