El calvario de Fernando Alonso en Arabia: sus radios con Aston Martin ponen los pelos de punta
El ritmo que tiene dentro el piloto español está muy por encima del que le brinda su equipo
El AMR25 es un desastre, como ya lo fue el monoplaza del campeonato anterior y a fin de cuentas quien más lo sufre es el asturiano
Su increíble velocidad en las carreras continúa siendo un intangible


Fernando Alonso no es tan distinto al resto de pilotos. Como el resto de integrantes de la parrilla, es alguien que se divierte cuando su habilidad corresponde al ritmo de su coche, un equilibrio del que está muy lejos en este Mundial de Fórmula 1 2025. Claramente, la balanza este año, al igual que en la mayoría de su carrera, se inclina por el lado de la magia que el asturiano le saca a su monoplaza. El AMR25 es nefasto y sus prestaciones están por los suelos, lo cual supone un claro riesgo para el español, que sufrió muchísimo para domar el volante en el Gran Premio de Arabia Saudí, donde hizo de todo menos pasárselo bien sobre la pista, que es lo que realmente le gusta.
Hace ya meses, o años, que Alonso no disfruta en el asfalto y es que la velocidad que todavía sigue demostrando a sus 43 años está muy por encima de la que le ofrece su equipo con un coche que está a años luz de la altura y el nivel del asturiano. En Yeda pasó una de sus tardes más duras en más de dos décadas en la F1 y la mejor muestra fueron sus radios, en la que relató cómo vivió en primera persona la cara más dura de las carreras en un trazado tan estrecho como el saudí.
Además de librarse milagrosamente de un accidente que pudo provocar su apadrinado Gabriel Bortoleto, quien se lo tomó a broma tras quedarse cerca de embestirle, Alonso sufrió un calvario vuelta a vuelta al estar en claro peligro por culpa de Aston Martin. La escudería, más cauta que en las dos anteriores temporadas en el ámbito de las mejoras, no presentó ninguna actualización en Yeda, y eso lo pagó el asturiano. No Lance Stroll, que sigue zozobrando por la parte más baja de la tabla de tiempos (decimosexto y doblado).
🗣️ “El nivel de riesgo… ¡Increíble! Jamás haré una carrera como la de hoy. Nunca ni en 25 años”
Si hay una radio que describa las locuras que es capaz de hacer Fernando Alonso, es esta 😳🔊#CodigoF1 pic.twitter.com/OdI2iaDf3v
— DAZN España (@DAZN_ES) April 22, 2025
Alonso tuvo que pelear contra los pilotos de los equipos de la zona inferior. Superó a los dos Racing Bulls, a los dos Haas, a los dos Sauber, al Alpine de Jack Doohan y a su compañero de Aston Martin, además de a Yuki Tsunoda y Pierre Gasly, que abandonaron en el primer giro tras chocarse. Para ello tuvo que remangarse y sacar los codos como nunca con un coche que no estaba para más que decimosexto, como así lo fue Stroll.
Alonso vivió un auténtico calvario en Yeda
Su viacrucis quedó testificado en las radios con su equipo y en sus posteriores declaraciones en rueda de prensa. «Una locura. Tenéis que mirar qué pasa de la 22 a la 27, dijo, preguntándose por la dificultad para pilotar entre esas cinco curvas. Su ingeniero de pista, Andrew Vizard, le pidió que levantase un poco el acelerador antes de las frenadas fuertes, algo que claramente suponía un riesgo para su físico al poder sufrir una colisión en un circuito donde la precisión es la clave. Su contestación lo expresó todo: «¡No puedo!»
«Como pierda el DRS estoy muerto», exclamaba. «No sé cómo he perdido el DRS, habiéndolo tenido en la recta anterior. Ahora estoy muerto», se volvía a preguntar Alonso en plena carrera. «Lawson por detrás aún está sin DRS», le avisó Vizard, a lo que el asturiano respondió lleno de resignación: «Bueno, pero no puedo mantener este ritmo. Es una locura. El nivel de riesgo… increíble»
«Compañero, empujar a este nivel no es sostenible», insistía Alonso, que al menos contó con un factor degradación muy bajo en la noche saudí, ya que las consecuencias con desgaste alto de neumáticos habrían sido impredecibles. Al quedar undécimo remarcó la realidad de Aston Martin a día de hoy, y es que sin múltiples abandonos puntuar es misión imposible para él: «Necesitamos a tres o cuatro personas fuera de carrera para sumar un punto. Creo que jamás haré una carrera como la de hoy. Nunca en 25 años».
En su rostro y en su forma de caminar al concluir la prueba se acabó de demostrar que es inaceptable esa manera en la que le exprime su propio equipo con un coche que está en las antípodas respecto a su ritmo. Totalmente exhausto, Alonso se resignó a la realidad de Aston Martin y volvió a expresar sus deseos de un giro radical de guion la próxima temporada. Newey, en tus manos está…