Así jugó el Real Madrid: el equilibrio de Casemiro, tiroteo contra Szczesny y la revolución de Lucas

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El Real Madrid venció a la Roma en el Bernabéu.
Javier Iglesias

Ante la Roma, el Real Madrid volvió a dejar luces y sombras en un partido que los blancos dominaron, pero en el que los italianos dispusieron de hasta tres ocasiones clarísimas para haberse podido llevarse el partido, y quién sabe si la eliminatoria.

Los blancos controlaron todos los aspectos del juego. Tuvieron más posesión (56 Vs 44), chutaron más a la portería rival (38 Vs 11) y completaron más pases (540 Vs 364). Finalmente, la película acabó bien para los madridistas, pero quizá pecaron de volcarse más de lo debido con el tanteo a favor concediendo espacios ante la velocidad romana.

Casemiro: equilibrio y libertad para Modric y Kroos

Zidane apostó por dar entrada al brasileño por tercer partido consecutivo. Casemiro, pese a no estar muy certero en la salida del balón en algunas jugadas, aportó al equipo un equilibrio en el centro del campo que se tradujo en varios aspectos del juego. Por un lado, permitió al Real Madrid gozar del control y la posesión. Por otro, modificó el rol de Modric y Kroos, sobre todo del alemán.

Con el brasileño sobre el césped, ambos volantes se sueltan más, lo que les permitió llegar sin problemas a la frontal del área romana. De hecho, chutaron cinco veces. Tres Luka y dos Toni. También fue destacable la presión, muy alta, que realizaron a la salida del balón rival.

Bale, Marcelo y el agujero romano

El Real Madrid sacó mucho partido a su banda izquierda. Bale se colocó en la banda de su pierna natural y fue todo un dolor de cabeza para Florenzi. Si defender al galés es complicado, cuando Marcelo se incorporaba al ataque ya era imposible. Fue habitual ver varios dos contra uno en esa banda. Salah no cumplió con sus tareas defensivas dejando un agujero en el costado diestro romano. James entró por la banda derecha y Cristiano por el centro.

Roma: partidos y a la contra

Spalletti puso sobre el césped del Bernabéu un equipo muy ofensivo pero desequilibrado. En lugar de sustituir al lesionado Nainggolan por otro centrocampista, apostó por dar entrada a un delantero más. Era arriesgado, pero podía resultar. De esta forma, Pjanic y Keita actuaban en el doble pivote y Perotti, Salah, El Shaarawy y Dzeko quedaban descolgados arriba.

Su opciones pasaban por salir a la contra en jugadas aisladas, ya que con el equipo descompensado en el balance defensa-ataque por la inferioridad en el medio les era complicado dominar el balón.

El Real Madrid se sentía superior y eso le hacía dar un paso y otro hacia la portería de Szczesny. Los blancos, con juego y corazón, tiroteaban al polaco que era un frontón. Sin embargo, la Roma tuvo sus opciones de marcar hasta en tres ocasiones se quedaron a solas contra Keylor. Dzeko y Salah perdonaron ante el suspiro del Bernabéu. 

Lucas cambió el dibujo y el partido

En el minuto 60 Zidane, obligado por el estado físico de Bale, dio entrada a Lucas Vázquez por el galés. El Real Madrid cambió el dibujo formando un 4-1-4-1 para protegerse de las peligrosas contras italianas. La incorporación del gallego, que mandó a James a la derecha, originó el gol que abrió el marcador y cambió el partido. Ganó el uno contra uno a Digne y asistió a Cristiano, que no perdonó.

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