Así funciona el Halo, el sistema que salvó la vida a Zhou
El grave accidente de Guanyu Zhou en el Gran Premio de Gran Bretaña ha vuelto a poner de actualidad el Halo, el sistema de seguridad que la Fórmula 1 implementó e hizo obligatorio en 2018 a pesar de las múltiples críticas que tuvo de parte de los pilotos. Como ya ocurriera con el accidente de Charles Leclerc con Fernando Alonso en 2018 o el de Romain Grosjean en 2020, el Halo ha demostrado su eficacia para salvar la vida de los pilotos en caso de accidente grave.
La FIA decidió que la Fórmula 1 necesitaba un nuevo ángel de la guarda, un sistema de seguridad que salvara vidas tras la muerte de Jules Bianchi en 2015 a raíz de su accidente en Suzuka en un choque frontal. Empezó a idearse entonces el Halo, un sistema que protegiese la parte más vulnerable de un piloto en caso de accidente: la cabeza.
I’m ok, all clear. Halo saved me today. Thanks everyone for your kind messages! pic.twitter.com/OylxoJC4M0
— 周冠宇 | Zhou Guanyu 🇨🇳 (@ZhouGuanyu24) July 3, 2022
El Halo es una estructura compuesta por tres barras que se extiende desde el frontal hasta el apoyacabezas del monoplaza, una especie de arco que protege la vida de los pilotos de Fórmula 1. Es obligatorio desde la temporada 2018. Este sistema de seguridad que ha sido clave para salvar la vida de Zhou fue desarrollado por Mercedes en colaboración con la propia FIA y después fue probado por varias escuderías, que dieron el visto bueno.
Los pilotos, eso sí, se quejaron que el Halo suponía una mínima pérdida de visión por la barra central de la estructura. Los otros dos sistemas que se probaron en su día, el Aeroscreen y el Shield –dos parabrisas situados justo delante del cockpit-, fueron descartados al no asegurar una correcta visión a los pilotos dentro del monoplaza de Fórmula 1.
GRACIAS HALO 🙏❤️ pic.twitter.com/v4iYZyl7HA
— DAZN España (@DAZN_ES) July 3, 2022
En su día el Halo tuvo muchas críticas, porque se acusó a la FIA de haber elegido el sistema menos malo. El piloto queda protegido en caso de impactos frontales o, por ejemplo, ante una rueda que sale disparada, pero no ante piezas más pequeñas que puedan desprenderse de los monoplazas en caso de colisión como, por ejemplo, el muelle que estuvo a punto de matar a Felipe Massa en 2009 tras golpearle en el casco.
El Halo, que puede comprarse desde 2010 a tres proveedores ubicados en el Reino Unido, Alemania e Italia, les cuesta a las escuderías en torno a 15.000 euros cada uno. La fabricación de esta pieza está fabricada en titanio y se puede envolver con una carrocería diseñada por el equipo. Desde este domingo, ya es la pieza favorita del coche para Zhou.