El artículo de la nueva Ley del Deporte que destroza a Javier Tebas
La nueva Ley del Deporte contempla que la Liga no pueda tener influencia en otros deportes distintos al fútbol. Tebas está muy molesto por el nuevo borrador.
A Javier Tebas le quieren desmontar su chiringuito para dominar el deporte español. El presidente de la Liga, que ha expandido su influencia a otros deportes mediante subvención e incluso recientemente ha decidido patrocinar la Copa Davis de Piqué, ha visto como el borrador de la nueva Ley del Deporte puede terminar con su influencia en el resto de Federaciones deportivas.
Actualmente, la Liga tiene acuerdos con 65 federaciones deportivas españolas a las que riega con su particular subvención –fue el precio que tuvo que pagar Tebas encantado por la concesión de la venta centralizada de los derechos televisivos del fútbol en 2015– del 1% del presupuesto y tres millones más con los que puede poner el logo de la Liga en deportistas y hasta gestionar los derechos de retransmisión a través de Mediapro.
El artículo 90.2 de la nueva Ley, sin embargo, viene a desmontar el entramado de un Tebas que se quiere quedar el negocio del deporte español, no únicamente el fútbol. «En ningún caso las ligas profesionales podrán adquirir, explotar o comercializar, por sí o por cualquier persona o entidad participada o dependiente de las mismas o sobre la que ejerzan una influencia decisiva y que contribuya a la realización de sus actividades, los derechos económicos de cualquier competición de la que no tengan la condición de organizador», enuncia este artículo.
Tebas ha presionado a muchas de las federaciones pequeñas que cobran su incentivo para que tumben este viernes en la sede del CSD la ley, pero desde el Gobierno están decididos a llevarlos al Consejo de Ministros y luego a la pertinente tramitación parlamentaria. La actual Ley del Deporte se ha quedado obsoleta en el tiempo, ya que data de 1990.
En las federaciones existe una división importante de opiniones porque muchos no quieren perder la limosna de Tebas –aprobada por Miguel Cardenal al frente del CSD–, pero también entienden desde muchos estamentos que el control del deporte español no puede quedar en manos de una sola persona. No en vano, las voces críticas han aumentado desde que se supo que el presidente de la Liga había sondeado crear su propio control económico –como en el fútbol– para controlar las cuentas de otros deportes.
Con esta medida, el Gobierno atiende la petición de muchas Federaciones de modernizar una Ley que es anterior a los Juegos Olímpicos de Barcelona y que intenta evitar que un monopolio controle el deporte español. De hecho, la ley manda una advertencia para navegantes.
«La adquisición, explotación o comercialización, por parte de las ligas profesionales, de los derechos económicos de competiciones sobre las que no tenga la condición de organizador será un hecho calificado como muy grave. La responsabilidad se extenderá a las personas que ostenten la Presidencia y demás miembros directivos tanto de las ligas profesionales como de las federaciones deportivas titulares u organizadoras de las respectivas competiciones, siempre que hayan participado en la comisión de la infracción», añade la nueva Ley del Deporte. A Tebas se le tambalea el chiringuito.