Escándalo arbitral en el Barça

El Código Disciplinario de la Federación obliga al Barça a descender a Segunda por sus «dádivas» a los árbitros

Barcelona
El Barça tiene que explicar con claridad sus pagos a Enríquez Negreira.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Barcelona está salpicado por un escándalo arbitral sin precedentes en el fútbol español. El club azulgrana pagó presuntamente 1,4 millones de euros al ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negueira, de 2016 a 2018 a cambio de un «asesoramiento verbal» para que los jugadores culés supiesen cómo comportarse ante los colegiados.

El caso ha estallado después de que la empresa DASNIL 95 no tributara correctamente en esos ejercicios siendo sometido a una investigación por parte de Hacienda. Enríquez Negueira admitió en sede judicial que esos pagos provenían de un Barcelona que habría incurrido en un comportamiento que podría suponer la pérdida de categoría.

Según el Código Disciplinario de la Federación Española de Fútbol, el club presidido por Joan Laporta podría sufrir un descenso administrativo si se demuestran estos hechos ahora judicializados. En el primer epígrafe del artículo 77 se establece que «los (clubes) que con dádivas, presentes, ofrecimientos o promesas a los árbitros obtuvieren o intentaren obtener una actuación parcial y quienes los aceptaren o recibieren, serán sancionados, como autores de una infracción muy grave, con inhabilitación por tiempo de dos a cinco años».

El paralelismo con el Moggigate que terminó con el descenso administrativo de la Juventus en 2006 es evidente. Los turineses fueron desposeídos de dos ligas italianas y relegados a Segunda División después de que se demostrase que influían en las designaciones arbitrales consiguiendo que colegiados favorables les dirigieran sus encuentros.

Enríquez Negueira, mano derecha del presidente del CTA durante un cuarto de siglo Victoriano Sánchez Arminio, podría ser sospechoso de un comportamiento similar tras haberse embolsado 1,4 millones en tres años por unas asesorías técnicas de las que ni existen documentos físicos. El ex presidente culé Josep María Bartomeu admitió que el club lleva haciendo desembolsos en árbitros desde 2003.

El artículo 77 de Código Disciplinario de la Federación Española de Fútbol sentencia en su tercer epígrafe que «el club directamente beneficiado por las conductas descritas en el apartado 1 del presente artículo, podrá ser sancionado con la pérdida de categoría, en el caso de que pueda demostrarse algún vínculo con los autores de la infracción».

Las pruebas son evidentes

Por el momento son la Fiscalía y Hacienda los que investigan las cuentas de la empresa DASNIL 95. Dicha compañía, especializada en publicidad, recibió el 90% de sus ingresos en los ejercicios investigados por parte del Barcelona y su actividad cesó poco después del cambio de dirigentes en el CTA y en la Federación Española con las salidas de Victoriano Sánchez Arminio y Ángel María Villar, respectivamente en 2018.

En el informe de la Agencia Tributaria sobre el caso no quedan muchos resquicios para defender que el artículo 77 del Código Disciplinario de la Federación se ha incumplido por completo. «Según ha manifestado el Sr. Enríquez Negreira a la Inspección, el FCB le pagaba, a través de DASNIL 95 SL, por asesoramiento técnico, pues el FCB quería asegurarse de que no se tomaban decisiones arbitrales en su contra, es decir, que todo fuera neutral».

«Se constata que estos pagos dejan de producirse coincidiendo con el momento en el que el Sr. Enríquez Negreira deja su cargo en el Comité Técnico Arbitral», resume el expediente de Hacienda. Enríquez Negreira no aportó en el momento ningún documento que acreditara que prestaba un servicio al Barça porque su trabajo era asesorar verbalmente al club.

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