El antiguo hombre de confianza de Laporta le compara con un payaso: «Quiere hacer reír, pero hace llorar»
Jaume Giró cargó con dureza contra la lamentable gestión del actual presidente azulgrana
Laporta se encuentra en la diana de la afición culé al no lograr inscribir a tiempo a Dani Olmo y Pau Víctor
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Jaume Giró ha roto su silencio. El que debió ser el primer vicepresidente económico de la directiva de Joan Laporta ha cargado con dureza contra la lamentable gestión del presidente al frente del Barcelona. Y es que el antiguo hombre de confianza de Laporta en economía escribió un artículo de opinión en el ‘Diari Ara’ donde se mostró contundente con la situación que está sufriendo actualmente el club catalán en manos del mandatario azulgrana.
Laporta se encuentra en la diana de los aficionados culés en los últimos meses, especialmente tras la última chapuza que ha cometido con su desastrosa gestión del club azulgrana al no lograr inscribir a tiempo a Dani Olmo y Pau Víctor.
Giró, quien renunció a su cargo justo antes de la toma de posesión, inicia su artículo titulado «Barça: menos que un club» que «no falta mucho para que el Barça sea el hazmerreír de todo el mundo, si es que no lo es ya». «La pesadilla de cualquier comediante ante un auditorio es querer hacer reír pero hacer llorar. Hay todavía una pesadilla peor: la del actor dramático que, queriendo hacer llorar, hace reír. El Barça empieza a parecer un club que, instalado en la tragedia, acaba -sin querer- escenificando una farsa», asegura Giró.
A lo largo del texto, Giró siguió arremetiendo lo que considera errores graves de la gestión actual: «Si, en lugar de ser un club de fútbol, el Barça fuera un circo, nos alarmaríamos al ver que los malabaristas y funambulistas han asumido las riendas de la dirección. Convencidos de sus habilidades, aplican a la gestión institucional los mismos trucos que dominan en el espectáculo. Caminan sobre la cuerda floja sin red, sin barra estabilizadora y, lo que es peor, sin equilibrio. Un círculo que antaño fue virtuoso hoy apunta al abismo, del que no quedarán más que los restos de lo que no servirá ni para hacer una tortilla. El consuelo temporal es que, aunque ya estamos al borde del ridículo, la situación podría empeorar. Si las cosas siguen así, dejaremos de hablar de malabaristas para empezar a hablar de payasos».
Asimismo, el que fuera hombre de confianza de Laporta lamentó el impacto que la imagen del club puede tener en Cataluña: «El Barça es más que un club, en buena medida, porque Cataluña es menos que un estado. Sin embargo, si el Barça continúa empeñado en mostrarse al mundo como menos que un club, como un club de broma, la imagen de Cataluña y de todos los catalanes quedará terriblemente dañada».