MÁLAGA VS BARCELONA: JORNADA 31 DE LIGA

¡Malagazo! (2-0)

BARCELONA MALAGA
Messi, cabizbajo tras el gol del Málaga. (AFP)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Los que dicen que una salvación vale mucho más que un título tenían razón. El Málaga, que va por su tercer entrenador y se encuentra batallando jornada a jornada con los puestos de descenso, dio una lección de fútbol y coraje al Barcelona, que podía asaltar el coliderato de la Liga tras el pinchazo del Madrid y le endosó un doloroso 2-0 que aleja las aspiraciones culés al título y acerca a los andaluces, de forma notable, a la deseada y ansiada salvación. La autoexpulsión de Neymar, los goles de Sandro y Jony y la pésima actuación de Gil Manzano fueron capítulos principales en esta historia de terror para unos y felicidad para otros.

El Málaga no hizo nada especial en la primera mitad, pero fue superior, sobre todo a partir de la media hora de juego. Antes de ello, Kameni le había sacado una mano salvadora para evitar el gol de cada día de Luis Suárez y Messi había filtrado un par de pases de los que ponen a temblar a cualquier defensa, pero el gol, al contrario que tantas otras veces, no lucía en el casillero reservado para los culés.

La garra de Camacho y Recio se estaba comiendo a los interiores azulgrana, que volvieron a ensalzar la figura de Iniesta. Con él, el Barça es otro. El que más sufre esto es Busquets, que no sabe donde está sin el manchego. El de Badía es clave, pero para que juegue bien necesita a su capitán como nexo.

En una acción de ataque y pérdida del Barcelona, Mathieu cometió un error garrafal de esos que acostumbra a hacer con mayor frecuencia de lo deseado. Sandro salió disparado desde su campo y el galo no hizo otra cosa que tirar el fuera de juego. El canario, pudo correr cómodo y batir a Ter Stegen, que le regaló su palo para que su ex compañero le batiera y pusiera en jaque el asalto al coliderato.

En el descanso Luis Enrique no pudo más y recurrió a Iniesta –y Sergi Roberto–, pero lo cierto es que eso no solucionó nada. El Málaga continuaba replegado y saliendo a la contra con peligro, tanto que tuvo la más clara en las botas de Juanpi, que incomprensiblemente tiró al muñeco cuando la grada de La Rosaleda ya celebraba el 2-0.

No fue un gol, pero el punto de inflexión del partido llevó al éxtasis a la afición malaguista. Neymar, que tenía una amarilla, decidió hacer justicia por su cuenta y golpeó con los tacos a Llorente para consumar su primera expulsión desde que está en el Barcelona, en el peor momento.

El Barcelona había hecho los tres cambios y estaba viviendo una pesadilla en la noche malagueña. El equipo dirigido por Michel parecía un gigante y los aplausos con los que se marchó Neymar dedicados al árbitro –ojo la sanción a pocos días del Clásico– no hacían más que marcar el ritmo de la euforia de una entregada afición, que veía como su equipo había pasado de rozar el descenso a vencer al vigente campeón.

Sin Neymar aún menos Barcelona

La inferioridad numérica del Barcelona se igualó pronto con la ayuda inestimable del colegiado, Gil Manzano, el mismo que recibió los pines y bolígrafos del Madrid y que anuló en solo un minuto un gol legal a Peñaranda e hizo la vista gorda con un penalti a Fornals en el que señaló falta fuera del área. Esta última era difícil, pero las ayudas al final casi siempre van para el mismo lado.

Y decimos casi siempre porque el Barcelona también tuvo su razón para protestar a Gil Manzano, en una jugada muy parecida a la de Fornals, Sergi Roberto cayó en el área del Málaga y el colegiado, por pura y dura compensación, señaló infracción fuera del área. Y ya teníamos la trilogía arbitral del día. Vaya nivel.

En lo que es estrictamente futbolístico, el partido era un correcalles, algo que beneficiaba al Barcelona y a lo que se adaptaba el Málaga con la confianza de tener un jugador más. Lo intentó Messi de todas las formas posibles sin acierto alguno, al igual que Charles, que voleó a las manos de Ter Stegen al igual que Juanpi minutos antes. Estaba perdonando el Málaga (bis).

Cuando perdonas la mayoría de veces lo pagas, pero normalmente, también es cierto, no tienes a Carlos Idriss Kameni, discípulo de Thomas N`Kono, bajo palos e inspirado. El cancerbero volvió a salvar al Málaga de un nuevo gol decisivo de Sergi Roberto. Pasaron los últimos minutos y la tensión se tornó en felicidad para los blanquiazules. La salvación está más cerca y el título del Real Madrid, también. El Barça no supo ser líder.

 

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