Sábanas más limpias y suaves con este truco
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¿A quién no le gusta echarse a dormir en unas sábanas limpias, suaves y con un olor increíble? Creemos que los hoteles tienen una especie de secreto para que las sábanas queden de esta manera, pero lo cierto es que existe un truco muy sencillo y al alcance de todo el mundo con el que podemos lograrlo.
Lo mejor de todo es que podemos poner en práctica este truco con dos de los productos más utilizados en la limpieza del hogar: bicarbonato de sodio y vinagre. También hay quienes utilizan lejía durante el ciclo de lavado para conseguir el mismo resultado, pero hay que tener mucho cuidado con ella porque puede terminar estropeando las sábanas.
El mejor truco para que las sábanas queden limpias y suaves
En los últimos meses, las redes sociales se han convertido en una valiosa herramienta donde encontramos todo tipo de ‘remedios de la abuela’ para mantener nuestra casa impecable.
En esta ocasión, la cuenta Remedios en Casa (@remediosencasa) nos muestra que tan solo debemos poner en el tambor de la lavadora las sábanas, el detergente, media taza de bicarbonato de odio y media taza de vinagre (en lugar del suavizante). «Elimina olores, potencia los colores y suaviza las telas», comenta la autora del vídeo, y asegura que «no huele a vinagre».
Por lo tanto, lo único que debemos hacer para que las sábanas estén impolutas y mantengan su suavidad con el paso del tiempo es lavarlas de esta manera. Debemos lavarlas solas, sin otras prendas, y sin llevar el tambor al máximo. Es preferible poner varias lavadoras a impedir que el agua circule correctamente entre los tejidos. Eso sí, siempre con precaución para no malgastar agua.
La frecuencia adecuada para cambiar las sábanas de la cama es una vez por semana, aunque es recomendable hacerlo antes si se ensucian por cualquier motivo. Si las sábanas son de algodón, debemos lavarlas en agua caliente, a unos 60ºC. Este tejido no se daña a esta temperatura y garantiza una desinfección completa.
Para asegurar un secado efectivo de las sábanas, es recomendable aprovechar la luz del sol siempre que sea posible, ya que además de eliminar gérmenes, proporciona un aroma fresco y muy agradable. Sin embargo, en días fríos, podemos recurrir a la secadora, aunque es cierto estas pueden dañar los tejidos. Para contrarrestar este efecto, una solución práctica es colocar tres bolas de papel aluminio junto a las sábanas, lo que ayudará a prevenir la electrificación que resulta tan perjudicial para las fibras.
Después del lavado y el secado, podemos aplicar un perfumador de textiles con función antiarrugas para mantener las sábanas frescas y suaves. Si preferimos una opción casera, podemos preparar nuestro propio perfumador mezclando una taza de vinagre, aceite esencial con el aroma que más nos guste, una cucharada de suavizante de ropa o incluso acondicionador para el cabello, y medio litro de agua.
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Cómo limpiar el colchón
La limpieza del colchón va más allá de la simple higiene; es una cuestión de salud que afecta directamente a la calidad de nuestro sueño. Aunque no seamos conscientes de ello, los colchones acumulan millones de ácaros, diminutos organismos que se alimentan de piel muerta y que pueden provocar alergias y problemas respiratorios.
Es importante limpiar adecuadamente el colchón para evitar la proliferación de estos ácaros y garantizar un ambiente saludable para dormir. Además, es recomendable reemplazar el colchón cada 10 años, ya que con el tiempo tiende a deformarse, lo que puede afectar negativamente a la calidad del sueño y a la salud en general.
Para limpiar y desinfectar adecuadamente tu colchón, es importante seguir un proceso paso a paso. En primer lugar, prepara una solución de medio litro de agua fría y tres cucharadas de detergente líquido para crear espuma. A continuación, plica la espuma generada en la zona afectada con una esponja.
Frota suavemente la mancha con movimientos circulares hasta que comience a desaparecer. Evita mojar demasiado el colchón; utiliza la espuma con moderación y luego retira el exceso con un paño limpio y seco. Una vez que hayas tratado las manchas visibles, esparce bicarbonato de sodio por toda la superficie del colchón utilizando un tamizador.
El siguiente paso consiste en rociar vinagre sobre el colchón de manera uniforme utilizando un pulverizador. Deja que actúe durante unos 45 minutos. Rocía nuevamente agua oxigenada o vinagre por secciones del colchón y frota con una esponja limpia. Repite este proceso en todas las áreas del colchón hasta haber cubierto toda la superficie.
Y, por último, aspira los restos de bicarbonato de sodio. Si es posible, deja el colchón al sol durante una hora para que se seque completamente. Si los olores persisten, espolvorea bicarbonato de sodio sobre el colchón, cubre con plástico y deja actuar durante la noche. Por la mañana, aspira el bicarbonato y rocía un poco de desinfectante.
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