Pueblos

Parece Croacia pero es España: el pueblo a 2 horas de Valencia que te va a dejar sin palabras

Pueblo
Peñíscola.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Hay rincones en España que parecen sacados de una postal. Si alguna vez te has sentido atraído por la magia de ciudades como Dubrovnik, en Croacia, entonces prepárate para quedar maravillado con un destino que tiene un aire muy similar, pero a sólo dos horas de Valencia: Peñíscola. Éste pintoresco municipio costero se asoma al mar con una presencia majestuosa, coronado por una fortaleza que lo vigila desde lo alto. Su casco antiguo de casas blancas, calles empedradas y vistas al azul intenso del Mediterráneo lo convierten en uno de los pueblos con más encanto del levante español.

Uno de los grandes tesoros de Peñíscola es su castillo, conocido como el Castillo del Papa Luna. Esta fortaleza templaria del siglo XIV está impecablemente conservada y se alza sobre un peñón que se adentra en el mar. Desde su cima, las vistas panorámicas quitan el aliento y permiten entender por qué este enclave fue elegido como uno de los escenarios de la serie «Juego de Tronos». Las murallas y estructuras medievales que rodean este castillo le dan un aire legendario al entorno.

Peñíscola: la joya del Mediterráneo

El origen de Peñíscola se remonta a la época íbera, aunque fue con los romanos cuando comenzó a consolidarse como enclave importante. Bautizada como Península por su peculiar geografía (una gran roca unida a tierra firme por un estrecho istmo), su situación la convirtió en una fortaleza natural.

Durante la Edad Media, Peñíscola vivió una transformación decisiva con la llegada de los árabes, quienes reforzaron su carácter defensivo. Sin embargo, sería en el siglo XIII, tras la conquista cristiana por Jaime I, cuando pasó a formar parte del Reino de Aragón. Más adelante, en el siglo XIV, la Orden del Temple reconstruyó y amplió su castillo, que se convertiría en uno de los elementos más icónicos de la ciudad.

El momento más célebre de su historia llegó con el Papa Luna, Benedicto XIII, quien se refugió en el castillo tras el Cisma de Occidente y estableció allí su sede pontificia entre 1411 y 1423. Desde entonces, Peñíscola es conocida como la «ciudad del Papa Luna».

Hoy, sus murallas medievales, su castillo templario-pontificio y su casco antiguo empedrado narran siglos de historia a cada paso, recordando a quien la visita que esta ciudad marinera fue también testigo de tramas papales, conquistas y leyendas.

Lugares de interés

Peñíscola no es sólo uno de los pueblos más bonitos de España, sino también un lugar donde la historia, la arquitectura y el mar se combinan en una experiencia única.

  • Castillo del Papa Luna: este castillo templario, construido entre 1294 y 1307, es el símbolo indiscutible de Peñíscola. Fue la residencia del Papa Benedicto XIII, conocido como el Papa Luna, durante el Cisma de Occidente. Ubicado en lo alto del peñón, ofrece unas vistas espectaculares del Mediterráneo y del casco antiguo, además de salas históricas y exposiciones que narran su pasado.
  • Murallas y Puerta de San Pedro: las murallas que rodean el casco antiguo fueron reforzadas en el siglo XVI por orden de Felipe II para proteger la ciudad de los ataques piratas. La Puerta de San Pedro es una entrada imponente que conserva el escudo imperial.
  • Casa de las Conchas: ésta peculiar vivienda destaca por su fachada completamente decorada con conchas marinas. Es uno de los rincones más curiosos y fotografiados del casco antiguo, y un buen ejemplo del carácter artístico y creativo de los habitantes locales.
  • Parque Natural de la Sierra de Irta: a pocos kilómetros del centro, este parque natural combina montaña, acantilados y calas escondidas. Hay rutas de senderismo y bicicleta que permiten descubrir una costa virgen con vistas espectaculares.

Playas

Peñíscola ofrece playas para todos los gustos, con un entorno privilegiado junto al mar Mediterráneo. La Playa Norte es la más grande y popular, con arena fina, aguas tranquilas y vistas espectaculares al castillo. Ideal para familias, cuenta con todos los servicios.

La Playa Sur, más pequeña y acogedora, se sitúa junto al puerto y es perfecta para relajarse con un ambiente más tranquilo. Además, el Parque Natural de la Sierra de Irta esconde calas vírgenes y poco concurridas, ideales para quienes buscan un contacto más íntimo con la naturaleza y el mar.

Gastronomía

La gastronomía de Peñíscola es un fiel reflejo de su esencia marinera y mediterránea. El pescado fresco y el marisco son protagonistas en muchos de sus platos tradicionales, como el suquet de peix, un guiso marinero con patatas y pescado de roca. También destacan los arroces, especialmente el arroz a banda y el arroz negro, cocinados con caldo de pescado y alioli.

No faltan las clóchinas (mejillones pequeños) y las gambas rojas, muy apreciadas por su sabor intenso. Para el postre, nada como un pastisset de calabaza o boniato. Comer en Peñíscola es saborear el mar, la tradición y la autenticidad de una cocina sencilla pero llena de carácter.

Lo último en Curiosidades

Últimas noticias