Si tienes los ojos azules estos son tus antepasados: no es lo que pensabas
Los ojos azules se deben a una una mutación genética que tuvo lugar hace entre 6.000 y 10.000 años
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Un estudio dirigido por el profesor Hans Rudolf Litchoff Eiberg, de la Universidad de Copenhague, ha revelado que todas las personas con ojos azules descienden de un mismo antepasado que vivió entre 6.000 y 10.000 años atrás, en la región al norte del Mar Negro. Según Eiberg, un cambio genético ocurrido en un solo individuo afectó el gen OCA2, el cual regula la producción de melanina, responsable del color de nuestros ojos. Esta mutación redujo la producción de melanina, resultando en la aparición de los ojos azules. Lo sorprendente de este hallazgo es que este rasgo, originado en una único persona, se ha transmitido hasta alcanzar a más de 150 millones de personas en todo el mundo.
Este fenómeno comenzó cuando los primeros humanos emigraron de África hacia Europa, lo que explicaría por qué la mutación es más común entre las poblaciones caucásicas. Además, la combinación genética a lo largo de los siglos, a través del mestizaje, permitió que los ojos azules se expandieran a otros grupos humanos. Hoy en día, se observa que Estonia tiene la mayor proporción de personas con ojos azules, con casi el 90% de su población portando este rasgo. Otros países nórdicos como Finlandia, Suecia e Islandia también presentan altas frecuencias de ojos azules, mientras que en las regiones del sur de Europa los ojos oscuros siguen predominando. Este estudio resalta cómo una mutación genética, aunque pequeña, ha tenido un impacto significativo a lo largo de la historia humana.
La mutación genética que originó los ojos azules
La aparición de los ojos azules en los seres humanos tiene su origen en una mutación genética que tuvo lugar hace entre 6.000 y 10.000 años, en un único ancestro común. Este hallazgo fue realizado por el profesor Hans Eiberg de la Universidad de Copenhague en 2008, tras más de una década de investigaciones. El estudio reveló que todos los individuos con ojos azules descienden de una sola persona, que vivió al norte del Mar Negro.
La mutación genética se originó en el gen OCA2, responsable de la producción de melanina, el pigmento que determina el color de los ojos, la piel y el cabello. En su forma habitual, el OCA2 produce suficiente melanina para generar tonos marrones en el iris. Sin embargo, una alteración en un gen cercano a OCA2 impide parcialmente su funcionamiento, lo que resulta en la creación de ojos azules al reducir la cantidad de pigmento en el iris. Esta mutación no afecta de manera significativa la producción de melanina en otras partes del cuerpo, lo que explica por qué las personas con ojos azules tienen una cantidad de pigmento reducida únicamente en el iris, sin llegar al albinismo.
La mutación no confiere ninguna ventaja evolutiva particular ni presenta desventajas evidentes. No obstante, se observó que el color azul de los ojos se volvió más popular en regiones como Europa del Norte, donde la prevalencia de ojos azules es notablemente alta, con países como Estonia, Finlandia y Suecia mostrando una gran proporción de personas con este rasgo. La propagación de esta característica en diversas poblaciones se debe en gran parte a la migración y el mestizaje.
Los científicos utilizaron registros genéticos de familias danesas para rastrear la mutación y comprobar su origen. Se enfocaron en los linajes de individuos con ojos azules y marrones, excluyendo aquellos con ojos que mostraban tonos mixtos de azul y verde. A partir de este análisis, descubrieron que el rasgo de los ojos azules está vinculado a una modificación en el gen OCA2, la cual es heredada de una forma recesiva. Esto significa que para que un individuo nazca con ojos azules, ambos padres deben portar la mutación, aunque sólo uno de ellos haya manifestado el rasgo de manera visible.
Este cambio en el genoma humano demuestra la variabilidad genética que ocurre de manera constante a lo largo del tiempo, sin que la mutación esté directamente relacionada con la mejora o empeoramiento de las capacidades de supervivencia de un individuo. Este descubrimiento también subraya cómo las condiciones ambientales y los cambios migratorios pueden influir en la propagación de características genéticas.
Al mudarse a regiones más frías con menor exposición solar, los humanos fueron perdiendo la necesidad de melanina en la piel y los ojos, lo que podría haber facilitado la prevalencia de ojos más claros, como los ojos azules. Además, la mutación que causa los ojos azules podría haber sido favorecida en ciertas culturas debido a su rareza, lo que en ocasiones puede aumentar su atractivo.
En términos evolutivos, este tipo de mutación es sólo una de las muchas que ocurren de manera natural y constante dentro de las poblaciones humanas. En resumen, la mutación que originó los ojos azules no es ni positiva ni negativa en términos de supervivencia, sino que representa un ejemplo de la diversidad genética que caracteriza a la especie humana.
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