Ni los paños ni la grasa: el sencillo truco que todos pasamos por alto en España para que el jamón no se ponga duro
El mejor jamón ibérico del mundo es de este pequeño pueblo de Castilla y León
Las únicas marcas de jamón cocido que deberías comprar en el supermercado
Jamón ibérico o serrano: un experto revela cuál es el más saludable y las diferencias
Adiós a las mamparas feas: llegan las duchas italianas que son fáciles de limpiar y mucho más modernas
Ésta es la forma correcta de responder a un 'gracias': lo ha confirmado la RAE y no hay discusión
La pata de jamón en la cocina simboliza la tradición, el sabor y la cultura de los hogares españoles. Su presencia marca celebraciones y reuniones familiares.
No obstante, la historia se complica cuando, tras unos días abierto, el jamón comienza a endurecerse. Aunque abundan los remedios tradicionales para evitarlo, muchos de ellos resultan contraproducentes.
Expertos del sector apuntan a que el fallo suele producirse en los primeros minutos de preparación, justo cuando se decide cómo iniciar el corte y qué retirar de la pieza. Pero existe un truco simple y decisivo que muchas personas desconocen. ¿Quieres saber cuál es?
Cómo evitar que el jamón se endurezca: éste es el método correcto de conservación
Una de las prácticas más extendidas consiste en cubrir la superficie expuesta con la propia piel o con trozos de grasa extraída al comenzar el corte. Pero los profesionales insisten en que este método no sólo no protege, sino que puede transmitir sabores rancios.
Desde la firma especializada Enrique Tomás aclaran que la clave real está en no retirar más corteza de la imprescindible.
La corteza y la grasa exterior funcionan como un aislante natural que regula la humedad interna de la pieza. Si se elimina en exceso, la carne queda más expuesta al aire y se acelera el secado. Por eso, la recomendación es cortar únicamente lo necesario para acceder a la zona de consumo.
Una vez abierta la superficie, lo ideal es cubrirla con un paño limpio, seco y libre de pelusas, creando una capa de protección ligera que evita la oxidación sin transmitir olores.
Dónde guardar el jamón abierto para mantenerlo tierno más tiempo
El emplazamiento donde se conserva la pata es casi tan importante como la técnica de tapado. A diferencia de los envases loncheados, que deben mantenerse en frío una vez abiertos, una pieza entera necesita condiciones ambientales más naturales.
Los expertos recomiendan colocar el jamón en un espacio fresco, oscuro y alejado de fuentes de calor, como una despensa o una galería ventilada. La ausencia de luz directa y de temperaturas elevadas ayuda a preservar su textura, mientras que el paño actúa como barrera adicional contra insectos.
Cuánto dura un jamón una vez empezado según la temperatura ambiente
Aunque el paño y una ubicación adecuada ralentizan el proceso de secado, ninguna pieza escapa por completo al efecto del oxígeno. Por eso, el tiempo de consumo varía según la época del año.
En verano, especialmente en zonas cálidas del sur o del Mediterráneo, se aconseja terminar la pieza en un máximo de dos semanas. En invierno, cuando la temperatura ambiente es más baja, el periodo se amplía hasta 21 días.
Si la capa superficial se reseca, basta con retirar algunas lonchas para acceder al interior más jugoso. Esas lonchas pueden aprovecharse en elaboraciones como croquetas o salsas.
Cuando el plazo recomendado se supera y aún queda jamón sin consumir, algunas jamonerías ofrecen un servicio de corte y envasado al vacío, que prolonga la conservación hasta tres meses sin perder calidad. Y tú, ¿qué método utilizar para conservar este manjar?