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Seguramente que alguna vez en tu vida te has enfrentado a uno de los momentos más complicados en la cocina: hacer croquetas. No sólo la masa debe estar perfecta, sino que el momento de freírlas es uno de los más relevantes porque el momento de echarlas en la sartén puede ser muy delicado. La croqueta se puede abrir y puedes perder todo el relleno echando a perder el trabajo de muchas horas.
Sin embargo, el célebre chef Karlos Arguiñano ha compartido un sencillo pero efectivo truco que podría cambiar tu forma de cocinar este clásico de la gastronomía española.
La clave para freír las croquetas según Arguiñano
Para lograr unas croquetas crujientes por fuera y con el interior perfectamente cocinado, es fundamental prestar atención a la cantidad y temperatura del aceite. Este «oro líquido» es crucial, y elegir un buen aceite de oliva virgen extra o un aceite alto oleico marcará la diferencia en sabor y textura.
Pero, ¿cómo asegurar que nuestras croquetas no se rompan al freírlas? Aquí es donde entran en juego los consejos de Arguiñano.
Durante uno de sus programas de televisión, «Cocina Abierta», el chef reveló que la clave para que las croquetas mantengan su forma durante la fritura es sumergirlas completamente en aceite caliente. De este modo, el calor se distribuye de manera uniforme, cocinándolas por todas partes y evitando que el relleno se escape.
Además, la temperatura del aceite debe ser precisa: Arguiñano recomienda que se encuentre entre 170 y 180 grados Celsius. Si el aceite está demasiado frío, las croquetas absorben más grasa; si está demasiado caliente, el exterior se quemará antes de que el interior esté bien caliente.
Para asegurarte de que el aceite esté en la temperatura adecuada, el chef utiliza un termómetro de cocina, pero también tiene un truco tradicional que puedes aplicar en casa. Si no cuentas con un termómetro, puedes simplemente lanzar un par de migas de pan al aceite. Si empiezan a burbujear, es señal de que está listo para freír.
Otro aspecto a considerar es el momento en que sacas las croquetas del aceite. Una vez que estén doradas y crujientes, es recomendable colocarlas sobre un plato con papel absorbente. Esto eliminará el exceso de aceite, evitando que queden grasientas y asegurando una experiencia gustativa más placentera.
En resumen, la clave para conseguir unas croquetas irresistibles está en la calidad del aceite, la temperatura correcta y el método de fritura. Siguiendo los consejos de Karlos Arguiñano, podrás disfrutar de unas croquetas que no sólo sabrán deliciosas, sino que también mantendrán su forma y textura.
Ya sea que elijas un relleno clásico de jamón, pollo o espinacas, la atención a estos detalles marcará la diferencia en tu cocina.