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Ni en la despensa ni en la nevera: el eficaz truco ya olvidado en España para conservar las castañas durante meses

Conservar las castañas
Plato con castañas. Foto: Pexels.

Con la llegada del otoño, las calles se llenan del aroma inconfundible de las castañas asadas. Este fruto seco, típico de las fiestas tradicionales en toda España, es un alimento estacional que desaparece tan rápido como llega. Por eso, cada año surge la misma pregunta: cómo conservar las castañas para poder disfrutarlas incluso cuando el frío se va y la temporada termina.

A lo largo de los años, se han desarrollado distintos métodos para conservarlas: desde la congelación hasta la deshidratación. Sin embargo, existe una técnica tan sencilla como eficaz que permite mantenerlas en perfecto estado durante meses.

¿Cuál es el truco que nadie recuerda para conservar las castañas durante meses?

El truco más práctico y duradero para conservar las castañas consiste en cocerlas y guardarlas en su propio líquido de cocción, un método tradicional que ha caído en el olvido en muchas regiones de España.

A continuación, se detallan los pasos que debemos seguir para conservar las castañas en su jugo:

  1. Preparar las castañas: lávalas bien y realiza un pequeño corte en la cáscara para evitar que se rompan durante la cocción.
  2. Cocer durante una o dos horas: en una olla grande, hiérvelas hasta que estén tiernas.
  3. Esterilizar los frascos: lava los tarros de vidrio y sus tapas con agua caliente. Luego, hiérvelos unos minutos para eliminar cualquier bacteria.
  4. Pelar las castañas: una vez cocidas, retira con cuidado la cáscara y la fina piel interior.
  5. Envasar con su propio jugo: coloca las castañas peladas en los tarros y cúbrelas con el agua en la que fueron hervidas.
  6. Crear el vacío: cierra bien los frascos y sumérgelos en una olla con agua caliente durante cinco minutos. Al enfriarse, se escuchará un “plup”, señal de que el vacío se ha formado correctamente.
  7. Almacenamiento: guarda los tarros en un lugar fresco, seco y sin luz directa. Así, las castañas se conservarán durante varios meses sin perder sus propiedades.

Este método, además de prolongar la vida útil del fruto, mantiene su sabor original y permite utilizarlas después en guisos, purés o postres sin que se deshagan.

Conservar las castañas mediante congelación: otro truco útil

Otro método útil para conservar las castañas durante largos periodos es la congelación. Puede hacerse con piel o sin ella, según el uso posterior. A continuación, se detallan los distintos métodos según la piel del alimento:

  • Congelar castañas con piel: basta con guardarlas en una bolsa hermética y llevarlas al congelador. Se pueden cocinar directamente sin descongelar, aunque si se van a asar, conviene hacerles un pequeño corte para evitar que exploten.
  • Congelar castañas peladas: este método requiere escaldarlas previamente. Se hace un corte en la piel, se introducen en agua hirviendo y se pelan fácilmente. Una vez limpias, se guardan en bolsas de congelación. Así, estarán listas para usar en cualquier receta.

La congelación es especialmente práctica cuando se recolectan grandes cantidades, ya que permite mantener el producto disponible todo el año.

Envasar al vacío para conservar las castañas

El envasado al vacío es una opción intermedia entre la conservación en su jugo y la congelación. Permite mantener las castañas frescas y listas para consumir durante meses sin necesidad de frío.

El procedimiento es similar: primero se pelan y se escaldan las castañas, luego se introducen en frascos esterilizados junto con su líquido de cocción y se sellan herméticamente.

Posteriormente, se colocan los frascos en una olla con agua hirviendo para crear el vacío. Una vez sellados, se conservan en un lugar oscuro y ventilado.

Otras formas de conservación: secas, en almíbar o en harina

Además de los métodos anteriores, se detallan abajo otras maneras de conservar las castañas según el uso que se les quiera dar:

  • Castañas secas o pilongas: se obtienen deshidratando las castañas peladas durante varios días al sol o en un horno a baja temperatura. Son perfectas para sopas, guisos y postres tradicionales.
  • En almíbar: se elaboran cocinando las castañas en azúcar, canela y vainilla, obteniendo las conocidas Marrón Glacé.
  • Harina de castañas: tras deshidratarlas, se trituran hasta obtener un polvo fino que puede emplearse en repostería o panadería.

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