Ni agua ni aceite: el sencillo truco de los chefs para que las patatas cocidas no queden insípidas
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Las patatas cocidas son una de las guarniciones más versátiles y más socorridas en la cocina mediterránea. En España las empleamos a menudo, no solo porque resultan un acompañamiento delicioso por sí mismo, sino porque además ayudan a rebajar los excesos calóricos de las patatas fritas o de las salsas.
Debido a su popularidad, nunca viene mal aprender técnicas o trucos nuevos para mejorar su elaboración, y también sorprender en casa de vez en cuando. Por ello, en este artículo recogemos un consejo muy sencillo para potenciar el sabor de las patatas hervidas o cocidas. Se trata de uno de esos pequeños detalles que hacen que las comidas que probamos en los restaurantes, en ocasiones, no sepan igual que cuando las hacemos en casa.
¿Cuál es el truco de los chefs para potenciar el sabor de las patatas cocidas?
El truco que emplean muchos cocineros profesionales para que elevar a otro nivel una guarnición tan simple como las patatas cocidas es, realmente, poco imaginativo: no cocerlas en agua.
No importa que al agua se le añadan condimentos, especias, o la cantidad de sal justa. Las patatas, especialmente si se cuecen con piel, nunca absorberán en el agua el mismo sabor que si se cuecen directamente en un caldo o sopa.
¿Qué caldo es el idóneo para cocer las patatas? En este caso, los chefs no se ponen de acuerdo. Cada uno tiene su versión, así que se puede emplear el que más guste a cada comensal, o el que tengamos a mano en casa. Caldo de verduras, de carne, o incluso algo de caldo del cocido que nos haya sobrado de otra preparación.
Incluso, si queremos ir un poco más allá, podemos cocerlas en leche, con un chorrito de limón o de vinagre, y usar el caldo resultante de la cocción como base para un puré de patatas posterior.
De este modo, conseguimos con el truco un doble objetivo: las patatas hervidas quedan más sabrosas, y el caldo sobrante no tendremos que desecharlo, sino que lo aprovecharemos para otras recetas.
Otros consejos para mejorar el sabor de las patatas hervidas como guarnición
Más allá del truco que acabamos de exponer, si prefieres cocer las patatas con agua también puedes poner en práctica otras técnicas más clásicas para realzar su sabor. Estas son algunas de las más comunes:
- Sal en el agua de cocción: Añade una buena cantidad de sal al agua antes de hervir las patatas.
- Hierbas aromáticas: Puedes añadir hierbas como romero, tomillo o laurel al agua de cocción. Esto les dará un toque adicional de sabor, pero no tan fuerte como si usaras las especias después, directamente sobre las patatas.
- Ajo o cebolla: Añadir dientes de ajo o trozos de cebolla al agua de cocción también puede aportarles más sabor.
- Añadir condimentos sobre las patatas después de la cocción: Si ya has cocido las patatas y no te saben a nada, siempre puedes condimentarlas directamente. Algunos de los ingredientes más habituales para esto son la mantequilla, el aceite de oliva, especias (pimentón, comino o pimienta negra), vinagre balsámico, queso rallado, o hierbas aromáticas como el perejil.