Ni 19º ni 23º: ésta es la temperatura perfecta para estar calentito en casa sin arruinarse

Durante los meses de invierno, encontrar el equilibrio perfecto entre confort y ahorro es una de las principales preocupaciones en los hogares. El aumento en el precio de la energía ha hecho que muchas familias busquen métodos para mantener su casa caliente sin que la factura se dispare, como el truco finlandés. Uno de los aspectos más importantes a considerar es la «temperatura ideal» dentro de casa, en la cual influyen un amplio abanico de factores.

La cifra de 19ºC, históricamente considerada como la temperatura más adecuada para estar en casa sin comprometer el bienestar ni el consumo energético, es una cifra que proviene de la crisis del petróleo de los años 70. Sin embargo, hoy en día esa cifra ya no parece ser la más apropiada para muchos hogares, sobre todo teniendo en cuenta la modernización de la construcción y los avances en eficiencia energética. La creciente preocupación por el consumo energético y la sostenibilidad también ha llevado a muchos hogares a adoptar tecnologías de eficiencia energética como termostatos inteligentes, que ajustan la temperatura de manera automática según las necesidades y las condiciones del momento.

La temperatura a la que debes estar en casa en invierno

Alrededor del mundo, existen diferentes enfoques sobre cuál debería ser la temperatura en casa durante los meses de invierno. En países como Francia, el gobierno ha establecido los 19ºC como referencia para conseguir un equilibrio adecuado entre confort térmico y ahorro energético. Sin embargo, esta cifra no siempre coincide con la recomendación de las principales empresas energéticas.

En España, por ejemplo, compañías como Endesa sugieren una temperatura de entre 20 y 21ºC, mientras que Naturgy se inclina más hacia los 18ºC. Las recomendaciones de expertos en meteorología, como los de eltiempo.es, apuntan a una franja de entre 19 y 21ºC, ya que un incremento por encima de esos valores no sólo puede generar un ambiente más seco, sino que, además, incrementa el coste de la factura de forma significativa. A pesar de estas diferencias, los expertos coinciden en que existen varios factores clave que determinan cuál es la temperatura adecuada para estar cómodo en casa.

La cifra de 19ºC se instauró oficialmente en Francia durante la crisis energética de los años 70, con el objetivo de reducir el consumo de energía en mitad de un contexto de escasez de petróleo. En esa época, las viviendas no contaban con el aislamiento adecuado ni con sistemas eficientes de calefacción, por lo que mantener el calor en un espacio cerrado requería un consumo mucho más alto de energía. Sin embargo, hoy en día, el contexto ha cambiado considerablemente.

En cuanto a los expertos energéticos actuales, muchos consideran que los 19ºC son más bien una cifra teórica que no siempre proporciona el confort deseado, especialmente si la vivienda está mal aislada o si hay otras condiciones ambientales que afectan el bienestar térmico.

Según especialistas como Nick Barber y Brad Roberson, en viviendas modernas con un buen aislamiento, una temperatura de 20ºC podría ser la más apropiada en esta época del año. Estos expertos sugieren que un incremento de sólo un grado, pasando de 19ºC a 20ºC, no tiene un impacto drástico en la factura de energía, y puede marcar una diferencia considerable, especialmente durante los meses más fríos.

Factores a tener en cuenta

Además de la temperatura en sí misma, existen otros factores que influyen en el confort térmico en casa. Uno de ellos es el aislamiento de la vivienda. Si las paredes o ventanas dejan pasar el frío, puede ser necesario aumentar la temperatura más allá de los 19ºC o 20ºC para lograr la misma sensación de calidez. El tipo de vivienda también juega un papel fundamental en la distribución del calor; por ejemplo, los techos altos pueden hacer que sea más difícil mantener una temperatura constante sin un mayor gasto energético.

Otro aspecto clave es la actividad dentro del hogar. El tipo de actividad que realicemos también afecta a nuestra percepción de la temperatura. Por ejemplo, si estamos sentados durante mucho tiempo trabajando frente a un ordenador o viendo la televisión, es probable que necesitemos una temperatura un poco más alta para sentirnos cómodos. En cambio, si estamos cocinando o realizando tareas que implican movimiento, es posible que la misma temperatura nos resulte mucho más agradable.

La humedad también tiene un impacto considerable en la sensación de calor o frío. Un nivel adecuado de humedad puede hacer que una temperatura de 19ºC o 20ºC se sienta mucho más cálida y agradable, mientras que una atmósfera demasiado seca o demasiado húmeda puede hacernos sentir incómodos, incluso si la temperatura está en el rango adecuado.

En resumen, no existe una única respuesta sobre cuál es la temperatura perfecta para estar cómodo en casa sin arruinarse. Los 19ºC que alguna vez fueron considerados la temperatura ideal están siendo reemplazados gradualmente por un enfoque más flexible.