España

Parece China, pero es España: la muralla más larga de Europa se encuentra en un pueblo de Extremadura

Parece China, pero es España: la muralla más larga de Europa se encuentra en un pueblo de Extremadura
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

España ha sido escenario de conquistas, reconquistas, invasiones y conflictos, dando lugar a un patrimonio único en forma de fortificaciones. En este contexto, España alberga la muralla más larga de Europa. Aunque algunos podrían pensar en lugares emblemáticos como las murallas de Lugo o Ávila, la realidad es diferente. La muralla más extensa del continente se encuentra en Badajoz, una ciudad con una historia marcada por enfrentamientos con Portugal, dada su ubicación en la frontera con el país vecino. Este hecho resalta la riqueza histórica y la importancia estratégica de Badajoz a lo largo del tiempo.

Muralla de Badajoz, la más larga de Europa

Badajoz alberga un sistema abaluartado construido entre los siglos XVII y XVIII. Este complejo sistema defensivo, influenciado por las teorías del ingeniero militar francés Sébastien Le Prestre, marqués de Vauban, se erige como una prolongación de anteriores fortificaciones en esta ciudad fronteriza.

Las primeras murallas fueron construidas por Ibn Marwan, las cuales restauraron y reconstrueron líderes musulmanes como Abd Allah Ibn Muhammad Ibn Abd al-Rahman y Adballah Ibn el-Aftas en los siglos IX y XI. La Alcazaba, construida en 1169, se asemeja a la actual y fue parte de la dominación almohade. La última restauración musulmana fue llevada a cabo por Abu Yahya ibn Abi Sinan en el siglo XIII.

En el siglo XVII, tras años de paz entre Castilla y Portugal, Badajoz volvió a ser una ciudad fronteriza. La independencia de Portugal en 1640 condujo a la necesidad de mejorar las defensas de Badajoz. Se optó por seguir el sistema de Vauban, pero las obras se realizaron de manera improvisada y sucesiva, perfeccionando las defensas existentes en medio de condiciones económicas precarias.

Características

Las antiguas murallas de Badajoz, especialmente la «Muralla de la Alcazaba», se volvieron obsoletas frente a ataques  durante la guerra de Restauración Portuguesa (1640-1668). La ciudad, agotada y vulnerable, planificó y construyó la nueva «Muralla Abaluartada», una estructura defensiva avanzada con baluartes, semi-baluartes, fosos y más, diseñada para repeler ataques desde cualquier ángulo.

Esta muralla se integró alrededor de la Alcazaba y se convirtió en un bastión casi infranqueable. A lo largo del tiempo, la muralla se enfrentó a desafíos, incluyendo asedios anglo-portugueses en el siglo XVIII y ataques franceses en el XIX, lo que llevó a renovaciones y mejoras.

Para explorarla, los visitantes pueden dirigirse a calles como Ramón y Cajal, Avenida Joaquín Costa o Ronda del Pilar, donde encontrarán baluartes como San Pedro, Santa María, San Roque, y otros, así como la Puerta del Pilar y el Fortín de San Cristóbal.  La imponente «Muralla Abaluartada» ha perdurado con distintas puertas y baluartes.

Entre ellas, la Puerta de Mérida, del siglo XVI, ubicada en la zona oriental, conecta el Baluarte de San Pedro con la Alcazaba. La Puerta de la Trinidad, construida en 1680, destaca con su diseño clasicista, coronado por el escudo real de los Austrias. Por su parte, la Puerta del Pilar, del siglo XVI, lleva el nombre de una imagen colocada por el conde de Montijo, su constructor. La Puerta de las Palmas, construida en 1460, destaca por sus torreones cilíndricos y el escudo imperial de Carlos V.

La Puerta Nueva, del siglo XVIII, se encuentra frente al Puente de la Autonomía. La Puerta de Pajaritos, posiblemente del siglo XVI, ha experimentado varias transformaciones y se encuentra en la Rotonda de los Tres Poetas. La Puerta de San Vicente, vinculada al Hornabeque del Puente de Palmas, perdió su función principal con la expansión del puente. Restos de la Puerta de Pelambres y la Puerta Nueva se observan en diferentes lugares.

En cuanto a los baluartes, el Baluarte de San Pedro se ubica en el flanco oriental, conectando con el arroyo Rivillas. El Baluarte de San Vicente conecta con el Semibaluarte de las Palmas y cerraba la ciudad por la zona del río. El Baluarte de Santa María, conocido como La Laguna, podía inundarse para reforzar la defensa. El Baluarte de la Trinidad, en el ángulo noreste, antes ocupado por la Torre del Canto medieval.

El Baluarte de San Roque se sitúa entre los de Santa María y el desaparecido de San Juan. El Baluarte de Santiago, también llamado La Memoria, lleva un obelisco en honor al General Menacho. Finalmente, el Baluarte de San José al oeste del Baluarte de Santiago, alberga hoy las dependencias de la Policía Nacional.

El Puente de Palmas, además de su función de cruce, cuenta con fortificaciones en sus extremos, como los torreones de la Puerta de las Palmas y el Hornabeque de la Puerta de las Palmas en la orilla derecha, con un sólido diseño de tenaza y diversas dependencias.

Tras la muralla de Badajoz, la más larga de Europa, se encuentra la muralla de Pamplona. Con un perímetro que abarca aproximadamente 5 kilómetros, esta muralla desempeñó un papel crucial en la defensa de la ciudad a lo largo de los siglos.

Lo último en Curiosidades

Últimas noticias