La forma correcta de lavar los pimientos para eliminar las bacterias y los pesticidas, según los expertos


La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ingerir dos raciones de verdura al día para cuidar la salud, y los pimientos son una de las mas consumidas a nivel global. Se trata de un alimento con un amplio abanico de beneficios y que ofrece una gran versatilidad en la cocina, ya que se puede utilizar como ingrediente en ensaladas, guisos, salsas… Sin embargo, de la misma manera que ocurre con la mayoría de frutas y verduras, es necesario saber cómo lavar los pimientos para eliminar las bacterias y los pesticidas.
Hay quienes consideran que es suficiente con pasar los pimientos bajo un chorro de agua durante unos segundos, pero los expertos advierten de que este método no garantiza la seguridad alimentaria. Por lo tanto, es necesario ir un paso más allá y conocer la forma correcta de lavar las verduras, incluidos los pimientos, para eliminar los agentes contaminantes sin comprometer su sabor ni sus nutrientes.
¿Cómo hay que lavar los pimientos?
Lo primero y más importante es conocer los riesgos para la salud de consumir pimientos «sucios». La agricultura convencional utiliza una serie de compuestos químicos para proteger las plantas contra las plagas. Existen normativas que regulan los límites en la cantidad de residuos que pueden permanecer en los alimentos, pero varios estudios han sacado a la luz que muchas frutas y verduras contienen trazas de estos químicos.
Entre los microorganismos más comunes que pueden encontrarse en vegetales frescos se encuentran Salmonella, E. coli y Listeria monocytogenes, los cuales pueden provocar desde intoxicaciones leves hasta infecciones graves, especialmente en niños pequeños, ancianos, embarazadas y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
De acuerdo con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, el método principal para reducir la presencia de microorganismos en frutas y verduras es el agua del grifo. Sin embargo, varios estudios señalan que el agua por sí sola no siempre es suficiente para eliminar completamente residuos de pesticidas. Aquí es donde entran en juego dos soluciones caseras para lavar los pimientos que han demostrado su efectividad.
Paso a paso
El primer paso (y que nunca se debe omitir) consiste en colocar los pimientos bajo un chorro de agua fresca y frotarlos bien con las manos durante al menos 20 a 30 segundos. No es necesario (ni recomendable) utilizar jabones, detergentes ni ningún producto de limpieza doméstico.
Aunque la piel del pimiento parece lisa y resistente, su superficie puede retener partículas muy finas y restos de pesticidas que no siempre se eliminan con las manos. Lo ideal es utilizar un cepillo de cerdas suaves y pasarlo por todo el pimiento bajo el chorro de agua, prestando especial atención a la zona del tallo y las curvas.
Una vez realizado el lavado con agua, un método muy eficaz para desinfectar los pimientos es el baño en una solución de agua con vinagre blanco, que actúa como un desinfectante natural gracias a su acidez.La proporción recomendada es una parte de vinagre por tres partes de agua. Coloca los pimientos en un bol grande con esta mezcla y déjalos en remojo durante 10 a 15 minutos. Pasado ese tiempo, enjuágalos bajo un chorro de agua.
Otro aliado para eliminar restos pesticidas y químicos superficiales es el bicarbonato de sodio. Según una investigación publicada en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, este producto es muy eficaz para descomponer residuos de pesticidas en frutas y verduras. El método es sencillo: prepara un litro de agua en un bol o recipiente grande y añade una cucharada sopera de bicarbonato. Remueve bien y coloca los pimientos en la solución durante 12 a 15 minutos. Después, enjuágalos para retirar cualquier resto.
Un error muy habitual es guardar los pimientos recién lavados directamente en la nevera sin secarlos, lo que humedad en la superficie y favorece la proliferación de bacterias y moho. Para evitarlo, una vez enjuagados y desinfectados, sécalos cuidadosamente con papel absorbente. Asegúrate de retirar la mayor cantidad de agua posible, sobre todo en la zona del tallo.
Después de lavar los pimientos y una vez secos, es el momento de guardarlos en la nevera. Lo mejor es hacerlo dentro de un recipiente ventilado o en una bolsa de papel, lo que permite la circulación de aire y reduce la condensación. Las bolsas de plástico cerradas, al no tener ventilación, hace que el exceso de humedad se quede atrapado en el interior y, por ende, los pimientos se ablanden y pierdan calidad.
En resumen, lavar correctamente los pimientos es una práctica fundamental para una mayor seguridad alimentaria. Al mismo tiempo, contribuye a disfrutar de un mejor sabor, libre de impurezas o residuos químicos que alteran su frescura natural. Asimismo, el lavado potencia el aprovechamiento nutricional, ya que facilita que el organismo absorba mejor vitaminas esenciales como la C y la A, además de antioxidantes.