Un viaje a la avenida de los francotiradores para cazar y matar: investigan ‘safaris humanos’ en Sarajevo
Los sospechosos pagaban viajes de fin de semana para poder disparar a civiles de Sarajevo
Si la 'presa' de los safaris humanos en Bosnia era un niño, la cuantía a pagar era mayor

La Fiscalía de Milán ha abierto una investigación sobre un caso más propio de una película de terror slasher que de la vida real: el de italianos que habrían viajado un fin de semana desde Trieste hasta Sarajevo (Bosnia) para realizar safaris humanos en la famosa avenida de los Francotiradores. Los verdugos habrían pagado entre 80.000 y 100.00 euros para participar en la cacería en la ciudad asediada. En el caso de que las presas fueran niños, la cuantía era mayor.
Los presuntos criminales se enfrentan a cargos por un delito de homicidio voluntario con la agravante de crueldad y motivos abyectos. La denuncia parte del escritor y periodista Ezio Gavazzeni, que contó con el respaldo de Benjamina Karic, ex alcaldesa de Sarajevo (2021-2024). De hecho, las 17 páginas nacen de la información que Karic fue recogiendo durante años a raíz de los rumores que empezaron a surgir sobre la presencia de millonarios extranjeros en la capital bosnia, a la que llegaban desde Belgrado, donde aterrizaban, tras pagar por el paquete del safari humano.
Los principales sospechosos son ciudadanos de Turín y de Trieste, así como un empresario de Milán propietario de una clínica de cirugía estética. La Justicia italiana llamará a declarar a varias personas que podrían esclarecer el caso con su testimonio, y cuyo nombre aparece en una lista del fiscal Alessandro Gobbis.
En esa lista del fiscal aparece un agente de la Inteligencia bosnia que afirma que en Italia los servicios secretos conocieron los hechos en 1993 tras ser advertidos por Bosnia de la llegada de ciudadanos italianos en su país con este cometido. Además, sostiene que deben existir documentos clasificados sobre ello.
Por otro lado, según una fuente del escritor responsable de la denuncia, un oficial serbio condenado por crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia participaba en la organización del safari humano, con viajes con los que simulaban excursiones de caza para poder justificar los vuelos de grupos a Belgrado. Otros testimonios del periodista mencionan «tiradores turísticos» con distintas armas: «Cuando un tipo se presenta con un arma que parece más indicada para la caza del jabalí en la Selva Negra que para la guerra urbana en los Balcanes… Cuando lo veías moverse, se veía que era un novato», relata.
No es la primera vez que se investiga un caso así: la Fiscalía bosnia archivó una investigación similar por la dificultad que suponía llevarla a cabo en el país, aún muy dividido por la guerra, tal y como cuenta el escritor a los medios italianos. Por otro lado, en verano de 1992 se filmó al escritor ruso Eduard Limonov en un puesto de tiro serbio disparando una ametralladora contra la gente, con el líder serbobosnio Radovan Karadzic, que lo invitó.
El documental Sarajevo Safari, de 2023, también muestra testimonios que sugieren la existencia de estos viajes. Dag Dumrukcic, el cónsul bosnio en Milán, ha mostrado su absoluta colaboración: «Estamos impacientes por descubrir la verdad de un asunto tan cruel y cerrar las cuentas con el pasado. Conozco algunas informaciones que aportaré a la investigación».
La avenida de los Francotiradores de Sarajevo es conocida, precisamente, por ser el escenario de la muerte de más 11.000 civiles que se veían obligados a atravesar la calle, expuestos a los disparos procedentes de las colinas de una ciudad sitiada por las milicias serbobosnias entre 1992 y 1996.