¿Cómo se estudia el campo magnético terrestre?
En nuestro planeta la vida sería muy complicada sin el campo magnético terrestre que la protege, a pesar de ello hay muchas incógnitas sobre cómo funciona este componente misterioso. Esto hace que la Agencia Espacial Europea ponga en marcha un proyecto que va a permitir estudiar, vía satélite más detalles que hasta ahora se desconocían sobre cómo ha evolucionado el campo magnético de la Tierra.
El campo magnético terrestre es fundamental para nuestro planeta
Este campo magnético lo que hace es generar mucha profundidad dentro de nuestro planeta, en el cual hay movimientos de enormes cantidades de metal líquido que son generadoras de corrientes eléctricas. El campo magnético es el responsable de las auroras boreales y muchos animales tienen en él su ayuda a la hora de orientarse en los movimientos migratorios, lo mismo que ha hecho el hombre desde que se inventó la brújula.
Los primeros observatorios
Como el norte magnético de la Tierra va cambiando de manera constante, los malas de navegación se deben actualizar cada poco, por lo que esta necesidad llevó a la construcción de los primeros observatorios del campo magnético terrestre. Se iban construyendo cuevas para poder mantener la temperatura estable y que no se dañasen los instrumentos, muy sencillos y mecánicos.
Actualmente hay una red mundial de observatorios magnéticos que utilizan magnetómetros electrónicos, se calibran de manera precisa, midiendo y registrando los cambios del campo en varias islas y continentes. A pesar de ello, los observatorios terrestres no cubren gran parte de los océanos, dejando en los mapas áreas en blanco de importantes extensiones.
Este problema tiene solución, pues debían ponerse magnetómetros en órbita a bordo de satélites. El primero lo lanzaron en 1999 y se han obtenido datos que han confirmado que los polos magnéticos se han desplazando rápidamente.
ESA pretende encontrar más información sobre del campo magnético terrestre de nuestro planeta con tres satélites idénticos que circularán en órbitas divergentes. Dos van a estar a la misma altura, mientras que un tercero va a volar más alto para mejorar las propias mediciones. Una misión que va a durar cuatro años, volando los satélites a velocidades bajas, comenzando a 400 kilómetros de altura y bajando después hasta los 250.
A este respecto los expertos esperando que los nuevos datos ayuden a comprender el debilitamiento de la Tierra. El experto Chris Finlay apunta lo siguiente: «La dirección del campo magnético del planeta ha cambiado completamente: el polo norte y el polo sur magnético se han volteado de un hemisferio a otro. Esto ha ocurrido cientos de veces en la historia de la Tierra, pero es difícil saber cómo puede afectar esto a la vida»,esto es lo que hace tan importante el estudio en profundidad de los componentes del campo magnético.
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