Casa de Fieras de Madrid: de su origen, auge y penurias en períodos de guerra a su cierre en 1972
Fue el parque zoológico de Madrid hasta el año 1972, haciendo las delicias de niños y mayores
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La Casa de Fieras del Retiro fue el parque zoológico de Madrid hasta el año 1972, haciendo las delicias de niños y mayores que sólo a través de él podían contemplar la fauna de distintos continentes. Sin embargo, estas instalaciones no fueron ideadas para el divertimento popular sino para el de la realeza, teniendo su origen en una gallina: Doña Ana.
Esta gallinácea pertenecía al conde-duque de Olivares, valido del Rey Felipe IV, quien poseía una casa de campo en las afuera de Madrid. Allí se dedicaba a su entretenimiento favorito, cuidar de su gallinero. Entre ellas encontrará a la que se convierte en su mascota más querida. Cuando el ave muere, el conde-duque se desanima de la finca y decide regalársela al Rey, quien incrementará los terrenos anexionando las fincas colindantes. Así, en 1629, tendrá su origen El Retiro.
Los monarcas españoles continuarán incrementando la colección original con animales de distintos continentes, que contarán con distintas ubicaciones, siendo Fernando VII, tras la Guerra de Independencia, quien llevará a cabo su traslado definitivo. Con la revolución de 1868, «la Gloriosa», el gobierno provisional incautará las posesiones reales, entre ellas el Parque del Retiro y su Casa de Fieras. El 31 de diciembre de 1918, y tras el deplorable estado en que se encuentran los animales debido a la gestión privada de la familia Cavannas, el Ayuntamiento de Madrid les rescinde el contrato haciéndose cargo de ellos.
Durante esta larga trayectoria fueron, al igual que los madrileños, testigos de importantes hechos históricos como las guerras de Independencia y la Civil.
Guerra de la Independencia
El 23 de marzo de 1808 el ejército francés hace su entrada en Madrid, bajo el mando de Joaquín Murat, mariscal de Francia, gran duque de Berg. El 5 de mayo de 1808, Carlos IV renuncia, en Bayona y ante Napoleón, a sus derechos al trono, abdicando en favor de José Bonaparte. Tras la salida del país de la familia real española, dos mil soldados franceses, pertenecientes a la 5ª División, se establecerán en El Retiro.
Tras la Guerra de Independencia, el Retiro quedó devastado al haber sido campo de batalla en distintas ocasiones. En esos días de lucha contra los franceses, nadie pudo hacerse cargo de los pobres animales, falleciendo la mayoría de hambre y los que sobrevivieron lo hicieron en condiciones deplorables.
El 14 de mayo de 1812 Fernando VII regresa a Madrid e inicia su reconstrucción. Al igual que hizo su abuelo Carlos III, el monarca permitió el acceso de los madrileños a parte de los jardines del Retiro, reservando para la Corte una zona cerrada en la esquina noroeste. Allí se levantaron una serie de construcciones de recreo conocidas como «caprichos», entre los que se encontraba la Casa de Fieras. Su hija Isabel II continuará adquiriendo nuevos animales.
Con la revolución de 1868 la Casa de Fieras se abre al público. En el inventario realizado en 1869 se detalla la existencia de 219 ejemplares.
Guerra Civil
En 1936 estalla la Guerra Civil, y la Casa de Fieras no podrá ser ajena a ella. Comienza a circular la noticia del sacrificio de algunos animales ante la imposibilidad de alimentarlos, mientras que otros sirven de alimento a la población ante las graves carencias que sufre. Dado el caos reinante en esos años, no se han conservado documentos administrativos que justifiquen las enormes bajas de estos animales en los inventarios, estando muy cerca de la desaparición ya que, según parece, sólo sobrevivieron 22.
En mayo de 1937, la revista Estampa publica: «La reapertura de nuestro parque zoológico, hace días, ha servido para dos cosas: para alegar un nuevo dato de la normalidad en que vive nuestra población y para desmentir esa patraña radiofaciosa de que habíamos sacrificado los ejemplares para alimentarnos».
Con la II Guerra Mundial, y la no participación de España en la misma, la Casa de Fieras se incrementará considerablemente con la llegada de los animales evacuados desde distintos países europeos, así como de otros donados por algunos productores de películas, tal es el caso de los camellos que participaron en el film Lawrence de Arabia.
El 9 de abril de 1972 la Casa de Fieras del Retiro cerró sus puertas definitivamente.
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