El alimento que jamás deberías tomar por las noches según Karlos Arguiñano: «A partir de…»


Karlos Arguiñano, con una carrera de casi cuatro décadas en la televisión, ha conseguido ganarse el corazón de miles de personas que han aprendido a disfrutar de la buena cocina. Sin embargo, más allá de sus recetas, sus consejos sobre hábitos alimenticios también han tenido un impacto significativo en los hábitos de los españoles. En sus programas, el cocinero siempre da pequeñas recomendaciones sobre la salud y cómo ciertos alimentos pueden tener efectos a largo plazo en el bienestar.
Uno de los consejos más interesantes que ha compartido recientemente tiene que ver con el pan. Aunque el pan es un alimento básico, Arguiñano ha resaltado los riesgos de consumirlo en exceso, especialmente por la noche, ya que puede convertirse en azúcar. Esta recomendación se alinea con su enfoque en la importancia de una dieta equilibrada, sin excesos ni restricciones drásticas. La moderación, según él, es la clave para disfrutar de una vida saludable.
El pan en la dieta: ¿es tan malo como parece?
El pan ha sido durante mucho tiempo uno de los alimentos básicos de la dieta mediterránea. Sin embargo, durante la noche, el metabolismo se ralentiza, lo que hace que los carbohidratos del pan se almacenen más fácilmente como grasa en lugar de ser utilizados como energía. Además,, los niveles de azúcar en sangre aumentan innecesariamente. La insulina, encargada de regular esos niveles, se vuelve menos activa durante la noche, lo que provoca que la glucosa se convierta en grasa.
A pesar de las advertencias sobre comer pan de noche, Arguiñano no es un detractor de este alimento, sino que promueve el consumo de opciones más saludables durante el día. En particular, destaca dos tipos de pan que considera mejores para la salud: el pan integral y el pan de masa madre.
- El pan integral, a diferencia del pan blanco, contiene más fibra, lo cual no solo mejora la digestión, sino que también contribuye a una mayor sensación de saciedad. Esto puede ser muy útil para mantener el control sobre el apetito y evitar el consumo excesivo de alimentos. Además, el pan integral tiene un índice glucémico más bajo, lo que significa que no produce picos de azúcar en sangre, lo que es beneficioso tanto para el control del peso como para mantener niveles de energía estables durante el día.
- Por otro lado, el pan de masa madre, debido a su proceso de fermentación natural, es más fácil de digerir y también tiene un menor índice glucémico. Esto lo convierte en una excelente opción para quienes buscan disfrutar del pan sin comprometer su salud. Incorporar estos tipos de pan en el desayuno o en el almuerzo es mucho más beneficioso que consumir panes refinados.
Arguiñano es muy claro acerca del consumo de azúcar. En una entrevista, el chef confesó que lleva más de 10 años sin echar azúcar a su café, un hábito que tuvo que dejar atrás para evitar el consumo innecesario de este ingrediente. Para él, reducir el azúcar de su vida ha sido una decisión sencilla pero significativa, ya que este gesto ha tenido un impacto considerable en su salud general.
«Me quité los azucarillos hace 8 o 10 años. Si me tomo 3 o 4 cortados todos los días por 365 días al año, ¿cuánto azúcar he evitado? Que digan que es veneno tomar leche, no lo entiendo… Todos nos hemos criado bebiendo leche. ¿Por qué no te vas a tomar un flan o un arroz con leche? No hay que ir a estudiar a ningún sitio para darse cuenta de que comer sano es comer un poco de todo, con sentido común, y mucho de nada. Yo lo veo así de sencillo», comentó mientras elaboraba una de sus recetas en «Cocina Abierta».
Consejos adicionales
Elegir un buen pan es fundamental para mantener una dieta saludable y equilibrada.
- El pan integral tiene más fibra que el pan blanco, lo que favorece la digestión y ayuda a mantener la sensación de saciedad. Además, regula los niveles de azúcar en sangre debido a su bajo índice glucémico.
- Elige panes con ingredientes naturales y sin aditivos ni conservantes artificiales. Un buen pan debe contener harina, agua, sal y levadura, sin demasiados ingredientes adicionales.
- El pan de masa madre tiene un proceso de fermentación más largo y natural, lo que lo hace más fácil de digerir y más sabroso. Además, suele tener un índice glucémico más bajo que el pan convencional.
- Algunos panes, incluso los integrales, pueden contener azúcar añadido. Revisa las etiquetas para evitar panes que contengan azúcares refinados o jarabe de maíz.
- Asegúrate de que el pan integral contenga una gran proporción de harina de grano entero. Algunos panes «integrales» son en realidad elaborados con una mezcla de harinas refinadas y poco grano entero.
- Un buen pan debe tener una miga esponjosa pero firme, y la corteza debe ser crujiente. Si el pan se siente demasiado suave o gomoso, puede estar hecho con harina de baja calidad o demasiados aditivos.
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