Alerta de la OCU sobre la presencia de nanomateriales en los alimentos: estos son los peligros para la salud
La OCU advierte de los riesgos de los nanomateriales presentes en los alimentos para la salud
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El uso cada vez más generalizado de nanomateriales en la industria agroalimentaria es una tendencia creciente que suele pasar desapercibida para muchos, tal y como alerta la OCU. A pesar de su proliferación, aún se necesitan más investigaciones para comprender completamente las características de estas diminutas partículas y para evaluar cualquier posible riesgo que puedan representar para la salud humana y el medio ambiente.
Los nanomateriales son compuestos por partículas con dimensiones inferiores a los 100 nanómetros, lo que les confiere propiedades únicas debido a los cambios en el comportamiento de las moléculas a esta escala. Estas propiedades los hacen altamente versátiles y prometedores en una amplia gama de aplicaciones. Sin embargo, su uso plantea interrogantes sobre su seguridad y repercusiones a largo plazo.
Peligros de los nanomateriales para la salud
La presencia de nanomateriales en la industria agroalimentaria se está expandiendo, principalmente en aditivos alimentarios y materiales de contacto con los alimentos.
En la agricultura, se investiga el uso de nanopartículas para mejorar la distribución de agroquímicos y fertilizantes, así como para el control biológico de plagas. En la alimentación, se estudian como potenciadores de sabor, color y textura. También se investiga su capacidad para extraer agentes patógenos de los alimentos y mejorar la absorción de nutrientes.
En cuanto a los envases, se analiza su uso para conferir propiedades antimicrobianas, detectar microorganismos dañinos y controlar la temperatura y la humedad de los alimentos. Sin embargo, la falta de investigaciones sobre los posibles riesgos para la salud genera preocupaciones. Los nanomateriales están regulados como nuevos alimentos en la UE y requieren autorización de la EFSA.
La propuesta de definición de nanomaterial artificial establece que los ingredientes con más del 50% de nanopartículas se considerarán nanomateriales. Esta definición ha generado debate en el Parlamento Europeo, reflejando la preocupación de los consumidores por la protección adecuada. Por este motivo, la OCU sigue monitoreando el desarrollo de esta normativa en busca de una resolución que garantice la seguridad del consumidor.
Estudio de la OCU
En un estudio internacional realizado en 2019 por OCU en colaboración con organizaciones de consumidores de Italia y Bélgica, se encontró la presencia de nanopartículas en casi todos los alimentos analizados.
Se seleccionaron 24 productos que contenían aditivos sospechosos de contener nanopartículas, como el E551 (dióxido de silicio), el E174 (plata) y el E171 (dióxido de titanio), este último ya prohibido.
Con excepción de un caso, se detectaron nanopartículas en todos los productos analizados. Los porcentajes de presencia variaban del 27 al 76 % para el dióxido de titanio, y del 100 % para la plata y el dióxido de silicio.
Principales riesgos
Debido a las propiedades únicas de los nanomateriales en comparación con sus contrapartes a escala normal, existen diversos riesgos potenciales que resaltan la importancia de investigar el impacto total de estos materiales en los alimentos.
Por ejemplo, muchos nanomateriales tienen la capacidad de penetrar los tejidos corporales con mayor facilidad que sus formas convencionales debido a su reducido tamaño. Sin embargo, aún hay dudas sobre los posibles efectos en la salud de los nanomateriales en ciertas aplicaciones alimentarias.
Una preocupación particular radica en la migración de nanopartículas de plata desde los materiales hacia los alimentos. Aunque no se comprenden completamente los efectos tóxicos que pueden tener en los humanos al ingresar al cuerpo a través de los alimentos, se cree que órganos como el tracto intestinal y el hígado podrían ser especialmente vulnerables.
Estudios han indicado que una vez que estas nanopartículas ingresan a las células, pueden desencadenar procesos inflamatorios y causar estrés oxidativo, un desequilibrio entre antioxidantes y radicales libres que puede dañar las células.
Sustancias tóxicas en los envases
La migración de componentes químicos desde los envases hacia los alimentos es una preocupación importante en la industria alimentaria. Una amplia gama de materiales utilizados en envases, como plástico, papel, cartón y barnices, puede transferir sus compuestos al alimento, lo que plantea riesgos potenciales para la salud.
En la Unión Europea, existen más de 1.500 sustancias evaluadas y autorizadas para su uso en materiales en contacto con alimentos. En cuanto a los riesgos para la salud, si bien no se ha identificado un peligro de intoxicación aguda, existen preocupaciones sobre posibles efectos a largo plazo. La migración de sustancias del envase al alimento es más probable en situaciones como el calentamiento de alimentos en su envase, productos ricos en grasas o conservación prolongada.
En términos de materiales seguros, el vidrio se considera una opción favorable, seguido por el acero inoxidable de alta calidad. En el caso de plásticos, es importante distinguir entre polietileno y PVC plastificado, siendo este último más propenso a liberar sustancias al contacto con alimentos grasos. La prohibición del bisfenol A y ftalatos en envases plásticos, implementada en Europa, es un paso importante para proteger la salud pública.
En resumen, la migración de sustancias desde los envases a los alimentos plantea desafíos significativos en términos de seguridad alimentaria, y se requiere una regulación más estricta al respecto.