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Adiós a la tilde: la RAE confirma el cambio que nadie entiende

Palabra que no está en la RAE
Una joven leyendo.
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

La RAE confirma el cambio que nadie entiende, le diremos adiós a una tilde que nunca más vas a poner. El tema de las tildes siempre levanta mucha polémica, especialmente si queremos centrarnos en el estudio del español más puro y queremos hacerlo de la mejor forma posible. Con la llegada de determinados detalles que pueden ser fundamentales, conseguiremos un acabado de 10 en esa escritura que queremos mejorar. Conocer las normas es algo que todo el mundo debería hacer.

Escribir bien es la mejor carta de presentación posible. Especialmente cuando estamos ante una serie de elementos que acabarán marcando un antes y un después. En este camino que queremos conseguir, todo lo que hacemos acabará siendo una posibilidad. Un cambio de ciclo que a la larga se convertirá en una realidad que puede ser la que marque un antes y un después. Una situación que puede ser la que marque se centre en una nueva realidad que nos llegará de mano de los expertos que saben y de los que debemos aprender. Leer es importante y también lo es, estar al día de todas las novedades que acaban siendo una realidad en nuestra casa.

La tilde tiene los días contados en esta palabra

La guerra contra la tilde puede acabar siendo una realidad. Parece que en los últimos tiempos vamos prescindiendo de este elemento que es imprescindible, no sólo para saber dónde está la sílaba tónica, sino también a la hora de diferenciar palabras con significados distintos que se escriben igual.

La historia de la tilde nos la explica la RAE para que podamos entender de dónde vienen esos acentos que estos años parece que están en desuso. Siguiendo con su explicación: «Alrededor del siglo XV, el desarrollo del movimiento humanista en Europa trajo consigo la reedición y difusión de obras clásicas grecolatinas. Algunas lenguas europeas adoptaron entonces los diacríticos griegos para dar cuenta del rasgo prosódico acentual, adaptando el uso de esos signos a sus propias necesidades. La primera lengua europea moderna que comenzó a utilizar acentos en su escritura fue el italiano, en textos de finales del siglo XV y principios del XVI, en los que se empleaban de forma irregular acentos gráficos graves, especialmente en las palabras acentuadas en la última sílaba, y, más raramente, acentos agudos en otras posiciones. Unos años más tarde, en la segunda década del siglo XVI, autores y editores franceses adoptaron también los diacríticos griegos siguiendo la pauta italiana. No es sino hacia la segunda mitad del siglo XVI cuando se encuentran textos en español, impresos en letra humanista, donde se emplean signos acentuales sobre la vocal de la sílaba tónica en algunas palabras. Con todo, el uso de estos diacríticos no se convierte en un recurso gráfico habitual hasta el siglo siguiente y, así, las primeras ediciones de obras como el Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán (1599), o las Epístolas familiares, de Antonio de Guevara (1595), e incluso las comedias de Lope de Rueda publicadas en 1620 no emplean ningún recurso gráfico para señalar el acento. En el siglo XVII se generaliza el uso de diacríticos acentuales, y son ya pocas las obras que carecen completamente de ellos. A partir del XVIII la acentuación gráfica pasa a convertirse en una práctica usual en cualquier obra impresa escrita en español».

La RAE confirma el cambio que nadie entiende

La RAE ha lanzado un serio aviso con una tilde que recae o recaía en la letra O, de la mano de una serie de cambios importantes que pueden llegar a ser los que marcarán una diferencia significativa en este día a día que tenemos por delante. Es hora de apostar claramente por una serie de detalles que son claves.

La RAE nos explica cómo escribir correctamente esta letra en un contexto donde puede o no, llevar tilde. Siguiendo con su explicación: «Hasta ahora se venía recomendando escribir con tilde la conjunción disyuntiva o cuando aparecía entre dos cifras, a fin de evitar que pudiera confundirse con el número cero. Este uso de la tilde diacrítica no está justificado desde el punto de vista prosódico, puesto que la conjunción o es átona (se pronuncia sin acento) y tampoco se justifica desde el punto de vista gráfico, ya que tanto en la escritura mecánica como en la manual los espacios en blanco a ambos lados de la conjunción y su diferente forma y menor altura que el cero evitan suficientemente que ambos signos puedan confundirse (1 o 2, frente a 102). Por lo tanto, a partir de este momento, la conjunción o se escribirá siempre sin tilde, como corresponde a su condición de palabra monosílaba átona, con independencia de que aparezca entre palabras, cifras o signos: ¿Quieres té o café?; Terminaré dentro de 3 o 4 días; Escriba los signos + o – en la casilla correspondiente».

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