Limpieza

¿Para qué sirve el amoniaco y cómo usarlo para limpiar en casa?

Amoniaco
Amoniaco
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El amoniaco es uno de los mejores productos para la limpieza del hogar, aunque es importante tener cuidado con él, ya que es muy tóxico y, en según qué circunstancias, peligroso para la salud. Por este motivo, es muy importante saber para qué sirve el amoniaco y cómo usarlo a la hora de limpiar la casa.

Amoniaco en la limpieza

El NH3, ampliamente conocido como amoniaco, está compuesto por tres átomos de hidrógeno y un átomo de nitrógeno. Hoy en día, el amoniaco se produce artificialmente combinando los cuatro átomos con fuerza.

El amoniaco puede limpiar cualquier objeto o superficie sin alterar el color. Es por eso que resulta realmente popular cuando se trata de limpiar vidrios, azulejos y otras superficies duras.

El amoniaco tiene además un olor distintivo que hace que sea fácil de identificar. También se considera cáustico y peligroso. Sin embargo, los productos de limpieza que contienen esta sustancia son simples y seguros de usar, incluso sin precauciones especiales. Las fórmulas enriquecidas con amoniaco son, por tanto, ideales para obtener resultados óptimos, de forma rápida y sencilla.

Usos

Si utilizas amoniaco «puro» para limpiar la casa, hay algunas precauciones que debes tener muy en cuenta para no sufrir ningún problema de salud. En primer lugar, asegúrate de que las habitaciones estén bien ventiladas. Si, por ejemplo, el baño no tiene ventana, es mejor que no utilices el amoniaco «puro» para limpiar las superficies.

Para proteger las manos utiliza guantes y lleva camiseta de manga larga y pantalones largos para evitar cualquier contacto de la piel porque puede provocar quemaduras. Por precaución, también puedes usar una mascarilla para proteger la boca y la nariz.

Cabe señalar que el amoniaco «puro» no es recomendable utilizarlo solo porque puede dañar las superficies. Por lo tanto, la mejor alternativa es usar un producto específico que lleve amoniaco en su fórmula o diluirlo en agua.

Por supuesto, en ningún caso se debe mezclar lejía y amoniaco. Aunque ambos son productos ideales para la limpieza por separado, la mezcla da lugar a una reacción química que genera un gas que recibe el nombre de cloramina (Nh2ci). que es altamente tóxico.

Por último, cabe señalar que hay una cosa en la que el amoniaco es inmejorable: para limpiar ventanas, ya que evita que se formen los molestos halos . Al elegir un limpiacristales específico enriquecido con amoniaco, puedes conseguir unos resultados brillantes y duraderos en el vidrio.

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