¿Qué causa el hipo y cómo se puede parar?
El hipo es un efecto involuntario de la respiración muy desagradable y molesto que todo el mundo sufrimos alguna vez en la vida, pero ¿por qué se produce?
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Es un efecto un efecto involuntario de la respiración muy desagradable y molesto que todo el mundo sufrimos alguna vez en la vida. El hipo, que en medicina se denomina singulto, consiste en un sonido inspiratorio que se produce como consecuencia de la contracción brusca, involuntaria, e intermitente del diafragma (un músculo que se encuentra en la base de los pulmones) que hace que la epiglotis se cierre, provocando el típico sonido hic.
Hasta ahí nos hacemos una idea… pero, ¿por qué se produce la mencionada contracción? Aquí tienes el artículo para descubrirlo.
Causas del hipo
El diafragma desciende cuando inhalamos para que los pulmones se llenen de aire, y sube cuando exhalamos para facilitar la salida de aire de los pulmones. Cuando este mecanismo se altera y el diafragma sube o baja antes de lo normal, la respiración se hace diferente, provocando el hipo.
Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, algunas de las causas de la irritación del nervio que controla el diafragma pueden ser:
- Comer demasiado deprisa.
- Comer en exceso.
- Estar nervioso.
- Tener irritado el estómago o la garganta.
- Padecer enfermedades que irritan estos nervios, como la neumonía o la pleuresía.
También puede producirse por ciertos problemas de esófago, la presión ejercida sobre el estómago, la ingesta de alimentos picantes o condimentados, la existencia de cirugía en el abdomen o un accidente cerebrovascular o tumor que afecte al cerebro.
Tipos de hipo
Lo más común es que el hipo dure unos minutos, pero puede suceder que se alargue a días o semanas. Esto no suele ser muy frecuente y, normalmente, es signo de otro problema de salud.
Según la duración, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) clasifica el hipo en:
- Agudo: se le conoce también como hipo transitorio. Es el que dura menos de 48 horas.
- Persistente: tiene una duración de entre 48 horas y un mes.
- Intratable: se alarga durante más de dos meses.
La SEMG explica que, “a diferencia de otros reflejos (tos, vómito, etc.), este síntoma no sirve como función protectora y no parece que desempeñe ninguna función fisiológica”.
Una vez conocido qué es el hipo, por qué se produce y qué tipos hay, vamos a intentar explicar cómo podemos detenerlo…
¿Cómo se puede parar el hipo?
No existen medidas específicas ni demostradas científicamente para frenar el hipo, y lo que para algunas personas resulta efectivo, a otros no les ayuda en absoluto, pero algunas sugerencias que podrías probar son:
- Tomar un vaso de agua fría.
- Beber agua agachando el cuerpo hacia delante.
- Aguantar la respiración y espirar después lentamente, repitiendo varias veces el proceso.
- Tomar una cucharada de azúcar.
- Respirar repetidamente dentro de una bolsa de papel.
- Tomar una cucharadita de limón o un poco de vinagre.
- Que te den un susto cuando te encuentres desprevenido (aunque esto puede no ser recomendable para algunas personas, y no se debe hacer con niños).
- Medicamentos (solo se deben administrar en caso de hipo persistente y bajo prescripción médica).
Otros consejos cuando el hipo es agudo:
La SEMG señala que, en el caso del hipo agudo, el tratamiento no suele presentar problemas. Citan varios remedios caseros que se han empleado comúnmente, aunque “su utilidad es incierta”:
- Estornudar o toser.
- Dar un golpe en la espalda.
- Levantar la úvula con una cuchara fría.
- Flexionar las rodillas sobre el tórax.
- Estar en apnea el máximo tiempo posible.
- Realizar una maniobra de Valsalva (exhalar aire con la glotis cerrada o con la boca y la nariz cerradas).
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