El Museo Reina Sofía inaugura una retrospectiva de Rogelio López Cuenca hasta agosto
El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) acoge la exposición 'Yendo leyendo, dando lugar', una retrospectiva de los 40 años de reflexión sobre poesía, lenguaje, ciudad y memoria del artista Rogelio López Cuenca, que se podrá visitar desde este miércoles 3 de abril hasta el 26 de agosto.
Rogelio López Cuenca entiende la obra de arte no como un «producto autónomo», sino como el «eslabón de una cadena», tal y como ha señalado este martes durante la presentación de esta muestra. Para el artista, una obra «discute acaloradamente con la obra que le precede» y también «con la que convive en su tiempo», por lo que sus creaciones reivindican la «lectura del elemento permanente».
La exposición se compone de pinturas, fotografías, vídeos, instalaciones o fotografías de gran formato intervenidas con óleo son algunos de los soportes con los que este artista ha realizado sus investigaciones en torno a cuestiones como las migraciones, la memoria, la instrumentalización del arte o la crítica poscolonial.
La muestra comienza con ‘Poem’, una obra que acerca al espectador a los trabajos que realizó en el contexto poético español de la década de los 80 y continúa con el foco puesto en su experimentación creativa en el lenguaje que, en sus palabras, tiene elementos de «opacidad» y no está «al servicio» de quien lo usa.
En su reflexión sobre la mercantilización, López Cuenca aborda la «mercantilización de cualquier cosa» y la «transformación de las ciudades», que mutan de espacios en los que vivir a lugares a los que llevar «inversiones». En este sentido, dedica una sala a la «picassización» de Málaga, y cómo Picasso se convirtió en motor de la ciudad. Del mismo modo, estudia el proceso inverso: la atribución de elementos locales a la imagen del artista.
En este sentido, y preguntado por la relación entre el Guernica y el Reina Sofía en un sentido mercantilista, López Cuenca ha avanzado que está trabajando en un archivo sobre la obra más famosa de Picasso, en el que «estaría la casa en la que se aloja el Guernica».
El artista construye también dispositivos para subvertir los relatos históricos oficiales y recontextualizar objetos y soportes ligados a los medios de comunicación de masas, la publicidad y la propaganda. Así, recurre a elementos paradójicos que se muestran en comunicación como mundos distintos. «El disfrute de ciertos lujos depende del expolio de lugares ajenos», ha señalado el artista, que hace alusión así al «desorden mundial».
Arte, «refugio» de la memoria
López Cuenca también invita a pensar sobre la memoria y recurre a la caída de la «Málaga republicana» y el éxodo durante la Guerra Civil, un capítulo «poco conocido» de la historia española, para mostrar cómo el arte puede ser «refugio» para una «memoria que no encuentra lugar en la historia actual». De esta forma, el artista recurre a la «errata» a través de pies de foto que no se corresponden con las fotografías que muestra, y crea un vídeo con imágenes de otros éxodos para recrear el momento histórico.
Para esta exposición, el artista malagueño ha creado el proyecto ‘Las islas’, en el que visibiliza la imposición del Estado colonial patriarcal y sus consecuencias perceptibles hoy. Con este fin, viste varios maniquís con camisas hawaianas, el «uniforme de turismo internacional, en los que «late la fantasía histórica del poder absoluto».
El director del Reina Sofía y comisario de esta muestra, Manuel Borja-Villel, ha explicado que el artista realiza asimismo una crítica a los propios museos y en esta exposición, una cinta amarilla que simula un cordón policial contiene el mensaje «Do not cross art scene», simbolizando la «barrera» que impide ver la obra de arte.
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