El doctor Marhuenda presenta sus ‘Fundamentos de Derecho Constitucional’
No hace falta ser Quevedo ni estar en el Siglo de Oro para definir a Francisco Marhuenda (Barcelona, 1961) como un hombre a un libro pegado. Lector a tiempo completo y aprendiz sin descanso, habla de la docencia como de su madre profesional, el padre es el periodismo. Dice que le resulta imposible escoger entre los dos y que la única manera de dedicarse a ambos con la entrega que merecen es «quitarle horas al sueño, nunca duermo más de cuatro al día». Un hábito que le obliga a ser — y a estar— muy despierto, de ahí que compense el déficit de sueño con un ecléctico superávit de conocimientos.
El director de La Razón, Doctor en Derecho y Periodismo, tiene las estanterías tan repletas de libros que incluso tuvo que comprar una nave en Valdemoro para guardar gran parte de sus más de 60.000 ejemplares: «A unos les gusta el fútbol, a otros ir al gimnasio… y a mí me gusta estudiar». Una pasión que, en su faceta de autor, se concreta en una nueva obra divulgativa. ‘Fundamentos de Derecho Constitucional’ es un libro de investigación escrito junto al Decano de Derecho del Real Centro Universitario Escorial-María Cristina, el doctor Francisco José Zamora.
Esta publicación, basada en sus respectivas reflexiones sobre los preceptos jurídicos y formales de la Constitución, pretende ser una obra de consulta para todos aquellos lectores que quieran adentrarse en el profundo conocimiento científico de la materia. ‘Fundamentos de Derecho Constitucional’ establece que la Constitución es la norma fundamental de organización en un determinado Estado. Algo que ya defendía el prestigioso jurista francés Léon Duguit: «Sirve para integrar las relaciones de poder en un sistema de relaciones jurídicas».
Periodismo y Derecho
A esa personalísima trinidad que es Francisco Marhuenda —profesor universitario, periodista y tertuliano— se le acopla perfectamente la célebre sentencia del todólogo renacentista Leonardo Da Vinci: «Dormir es una pérdida de tiempo». Una máxima que sigue al pie de la letra para ejercer la constante omnipresencia. Así, entra en La Razón a primera hora de la mañana y sale pasadas las 23.00 horas.
Al mismo tiempo, divide el día al máximo, como si viviera en un Big Bang ocupacional, para poder atender a sus alumnos de la Universidad Rey Juan Carlos y asistir a las tertulias de radio y televisión. «No hay cansancio cuando uno hace lo que le divierte y a mí me encanta trabajar», comenta sin atisbo de gravedad, casi ufano. Quizás por eso ha decidido dejar las vacaciones aplazadas para otra vida: «Nunca cojo ni una semana, me encanta lo que hago».
El día a día de Marhuenda se alimenta, por tanto, de una estricta dieta a base de Periodismo y Derecho, materias esenciales en sus labores de información, formación y divulgación. Dos campos indisociables en el contexto actual que vive España, donde cualquier profesional de la comunicación ha de tener unas nociones básicas para entender cómo puede responder el Estado, por ejemplo, al constante desafío independentista que lanzan desde Cataluña. Como recoge ‘Fundamentos de Derecho Constitucional’ en palabras del que fuera diplomático español Manuel Jiménez de Parga: «La Constitución es una norma jurídica, pero no sólo eso. Es una norma jurídico-política».
Un campo en el que el profesor de Historia de las Instituciones de la Rey Juan Carlos ha basado gran parte de su experiencia académica. Antes de ‘Fundamentos de Derecho Constitucional’, Francisco Marhuenda había presentado ‘Historia político constitucional de España’ (Editorial Universitas) en lo que supuso un exhaustivo repaso por «los fracasos de nuestra historia constitucional».
También es suyo ‘El futuro asimétrico del Estado (1978-2000) Los hechos diferenciales en la Constitución’ y como coautor ‘Derecho Constitucional Español. Estudio Sistemático de la Constitución de 1978’ y ‘El libro de actas del Tribunal de Garantías Constitucionales’.
Marhuenda hace de la mezcla entre el Derecho y la prensa su particular manera de interpretar la realidad de España. Un hombre con el presente escrito sobre una hoja de papel marca La Razón y con el futuro encaminado a ganar presencia en las aulas de la universidad.