El secretario de Turismo de Ximo Puig no descarta dimitir si se aprueba la tasa turística
Frances Colomer, el secretario autonómico de Turismo del Gobierno valenciano que preside el socialista Ximo Puig, se ha convertido en el primero de los altos cargos socialistas (el suyo es un puesto del escalón inmediatamente posterior a los consejeros) que ha admitido abiertamente que no descarta dimitir si el tripartito valenciano (PSOE, Compromís y Podemos) ratifica la aprobación de la tasa turística acordada el pasado invierno.
La postura de Francesc Colomer supone en punto crítico de inflexión en lo que ya es una clara discrepancia interna del Ejecutivo de Puig a poco más de un año de las elecciones. A una parte de Compromís no le gusta que la tasa sea municipal y voluntaria ni entiende que su aprobación se demore ni que sus ingresos se destinen a políticas de emancipación juvenil, sino que prefiere que sea de ámbito autonómico y que lo que se obtenga se destine a políticas ambientales.
La tasa turística es un impuesto sobre las pernoctaciones en alojamientos turísticos, que el tripartito valenciano de izquierdas pretende implantar a pesar de que tanto el sector turístico valenciano, en particular, como el conjunto de los empresarios se ha posicionado en contra de la misma. En la esfera política, el Partido Popular, liderado por su presidente, el alicantino Carlos Mazón, ha iniciado también una campaña bajo el eslogan ‘Stop a la tasa turística’ para frenar lo que considera sería un daño irreparable a la Economía en territorio valenciano y a su principal fuente de riqueza: el Turismo.
Las imágenes de júbilo, con los portavoces de PSOE, Compromís y Podemos mostrando el acuerdo para implantar la tasa turística, el pasado invierno, poco tienen que ver con el escenario actual que vive el Gobierno valenciano sobre este tema. En ese gobierno, uno de los puntales de la política turística, el secretario autonómico, no está a favor de la tasa. Se trata de Francesc Colomer, que con anterioridad fue alcalde de la localidad castellonense de Benicassim. Y, hoy, lo ha dejado claro: al reconocer que no descarta dimitir en caso de que la citada tasa salga adelante. «Es un escenario», ha dicho al respecto de su posible renuncia, si bien ha reconocido también que él no se lo había planteado.
Colomer, no obstante, ha mostrado su esperanza en que «se rebobine» el tema de la tasa turística durante su tramitación en las Cortes Valencianas, pero ha sostenido, a la vez, que no conoce a ningún alcalde que sea favorable a su implantación en la Comunidad Valenciana. También ha criticado que en un momento «muy crítico» por la inflación, la respuesta sea implantar la tasa turística y ha reconocido que en el caso de la Comunidad Valenciana, es posible que pueda hacer que los turistas dejen de venir.
El secretario autonómico de Turismo se ha expresado así, hoy, en una entrevista en la televisión autonómica valenciana ‘A Punt’. Su posicionamiento es opuesto al de Compromís. Y, más concretamente, al de su consejera de Agricultura Mireia Mollà, que dentro de la coalición nacionalista procede del mismo partido que la vicepresidenta primera y consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra.
En una entrevista de el digital Vilaweb, Mireia Mollà dijo que en su opinión la tasa «debía haber sido de ámbito autonómico, porque lo que se cede a los municipios me parece que no responde al objetivo de la tasa turística». Además, se mostró contraria a que los beneficios que pudiera producir esa tasa se utilicen para otras finalidades distintas a las meramente ambientales.
La tasa turística está implantada actualmente en 2 comunidades autónomas. Una, Cataluña. La otra, Baleares, que junto a la Comunidad Valenciana conforman lo que para los independentistas son los países catalanes, por lo que sería la tasa que tendrían en común los 3 territorios en caso de implantarse finalmente en la Comunidad Valenciana.