El plantón del consejero de Sanidad valenciano aboca a los médicos a la huelga: «Nos están choteando»
La Sanidad valenciana es un polvorín: el Departamento de Salud de Alcira también evalúa una huelga
Los médicos valencianos también mantienen su huelga porque las reivindicaciones siguen sin respuesta
El Departamento de Salud de Torrevieja aprueba la primera huelga contra la Sanidad de Ximo Puig
«Nos están choteando». Estas palabras de un médico valenciano a OKDIARIO resumen la impresión general que aboca al Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESM-CV) a la huelga que en el plazo de seis días iniciarán los facultativos valencianos de la Sanidad Pública, con paros de 24 horas los primeros lunes de cada mes hasta que se alcance un acuerdo, una vez el consejero de Sanidad Miguel Mínguez ha agotado sin respuesta el plazo que a última hora de este lunes expiró para presentar la que debía ser la última y definitiva propuesta de la Administración para evitar las movilizaciones de los facultativos y el mayor paro sindical médico en Atención Primaria y Hospitalaria de historia de la Sanidad valenciana.
Ese paro incluye a los médicos de Atención Primaria, a los de Atención Hospitalaria, a los Médicos Internos Residentes, a los de los Puntos de Atención Continuada y a los de los Samu de Urgencias. Y, también, todas las especialidades.
El sindicato no va a romper las negociaciones hasta el último segundo, pero a primera hora de este martes ha verbalizado su monumental enfado y ha dejado claro que siguen sin una oferta clara de la Administración, con una indirecta muy directa a la línea de flotación de la gestión del Gobierno del socialista Ximo Puig, al hacer constar que tras dos meses de negociaciones «infructuosas» la Consejería de Sanidad «sigue sin ofrecer un acuerdo, que sí han alcanzado la práctica totalidad de Autonomías».
Recuerda el sindicato, además, que tras nada menos que seis reuniones para abordar las reivindicaciones de los facultativos valencianos centradas en «la mejora de condiciones laborales que dignifiquen la atención al paciente» y eviten que lo médicos «se vean invitados a abandonar la Sanidad Pública valenciana a las primeras de cambio» esa oferta no se ha producido y, lo que es más grave: sigue sin reflejarse en un documento lo que «se habla y consensúa» en las reuniones: «Ni nos ofrecen un acuerdo aceptable, ni contestan a nuestros requerimientos».
La situación es tan grave, tensa y extrema que los facultativos entienden que la táctica de la Consejería de Sanidad es: «Esperar a que nos cansemos y demos la batalla por perdida, como si aquí no hubiera pasado nada en los últimos años tras la pandemia y todo funcionara a la perfección». Un error de cálculo del Gobierno valenciano porque lo que para los médicos está en juego es la supervivencia del colectivo y la defensa de la Sanidad Pública.
Alcira: otra huelga en ciernes
La huelga de los médicos será la segunda que afectará frontalmente a la Sanidad valenciana esta primavera, tras aprobar el personal laboral a extinguir del departamento de Salud de Torrevieja otra, la pasada semana, que adelantó OKDIARIO, que comenzará la próxima Semana Santa. Esta última, por dos motivos: la presentación por parte de la Generalitat Valenciana de una impugnación al convenio colectivo ante un Juzgado de Alicante, primero. Y la negativa de la citada a Consejería a retirar esa impugnación de sede judicial, después. La impugnación sigue sin retirarse.
Tal como adelantó este diario, ambas movilizaciones amenazan la primavera electoral de Ximo Puig. Pero no son las únicas. Expira también el plazo ofrecido por el Departamento de Salud de Alcira al Gobierno valenciano para alcanzar un acuerdo sin que éste se haya producido. Si la situación sigue como hasta ahora, una tercera huelga en la Sanidad valenciana será también inminente.
El problema más grave para Ximo Puig es que cada movilización se produce por el descontento de una parte del sector médico y sanitario. Por tanto, no tendrá que abordar una negociación sino, en el peor de los casos, hasta tres distintas a menos de 90 días para las elecciones y con multitud de frentes abiertos en otras áreas y problemas que se agravan con los días.