¿Sabes en qué consisten los criobancos?

Los criobancos son bancos de almacenamiento de tejidos y células, como células madre, óvulos, espermatozoides y tejido de cordón umbilical, entre otros. Estos bancos de células permiten la conservación a largo plazo de células vivas para su uso potencial en tratamientos médicos, investigación científica y otras aplicaciones. Los criobancos son esencialmente centros de almacenamiento de células vivas. Estas células se congelan a temperaturas extremadamente bajas, generalmente entre -196 y -140 grados Celsius, con nitrógeno líquido. Esto se conoce como criopreservación.

Proceso de criopreservación

Durante el proceso de criopreservación, las células son congeladas rápidamente para minimizar el daño por congelación y deshidratación. Los criobancos almacenan células para su uso potencial en tratamientos médicos. Por ejemplo, se han utilizado células criopreservadas para tratar enfermedades como el cáncer de mama, la leucemia y la diabetes. Otras aplicaciones para las células almacenadas en un criobanco incluyen la investigación científica, la producción de medicamentos y la producción de tejidos artificiales.

Además, los criobancos también almacenan óvulos, espermatozoides y tejido de cordón umbilical para uso futuro. Los óvulos y los espermatozoides pueden usarse para la reproducción asistida, como la fecundación in vitro. El tejido de cordón umbilical contiene células madre, que tienen el potencial de convertirse en cualquier tipo de tejido corporal, como músculo, hueso o tejido nervioso.

Este tipo de criobancos son esenciales para la conservación a largo plazo de células vivas. Estas células pueden usarse para tratar enfermedades, para la producción de medicamentos y para la investigación científica. También almacenan óvulos, espermatozoides y tejido de cordón umbilical para uso futuro. Si estás considerando el almacenamiento de células para un uso futuro, considera la opción de un criobanco.

Las etapas en un criobanco

La primera etapa es seleccionar y preparar muestras para la criopreservación. Se controlan tejidos y células para la detección de agentes de tipo infeccioso, así como para seguir protocolos sanitarios de esterilidad.

En una segunda etapa, se trata de la llamada vitrificación, o congelación ultrarrápida. En ella las moléculas de agua que contienen las células no llegan a ser cristales congelados. Lo que evita que se dañen las células y detiene actividades metabólicas y la función celular. Esto se consigue con distintas velocidades de enfriamiento y temperaturas.

La tercera etapa es para la colocación y oclusión de materiales en pequeños recipientes de plástico, que a su vez se sumergen en termos con nitrógeno líquido. Esta forma de almacenamiento da mucha seguridad en muestras y evita contaminaciones virarles y bacterianas.

Efectos a futuro

Los científicos están satisfechos con las pruebas realizadas, y consideran que pueden ayudar a la erradicación de enfermedades graves en un futuro. No olvidemos que los criobancos también son necesarios para el tratamiento de enfermedades y condiciones médicas. Los médicos pueden utilizar el material almacenado en los bancos de crios para tratar a los pacientes con células madre o tejidos apropiados. Esto permite que los médicos traten enfermedades como el cáncer, la diabetes y la leucemia de manera eficaz.