Qué es el nervio vago
El nervio vago es el décimo de los nervios craneales. ¿Te llama la atención la peculiaridad de su nombre? Es normal, ya que es una parte de nuestro cuerpo que, al parecer, no se mata a trabajar. ¡Veamos en qué consiste!
También llamado nervio de la compasión, parece ser que cuando está activado crea ondas de cariño que recibimos y sentimos en el pecho como un calor cuando algo nos conmueve o nos abrazan.
De hecho, la llamada sustancia vaga, descubierta por Otto Loewi, fue el primer neurotransmisor identificado, llamado acetilcolina, y que literalmente es un tranquilizante natural que podemos disfrutar respirando profundamente y exhalando durante un buen rato.
Pero, si miramos bien, el nervio vago no es tan vago como parece. De hecho, constantemente envía información sensorial informando sobre el estado de los órganos cerebrales. Casi el 90% de sus fibras nerviosas se centran en esta labor.
Su conjunto de nervios está originado en la zona superior de la médula espinal. Además, se cree que activa algunos músculos de la cavidad vocal para facilitar la comunicación, es capaz de reducir la frecuencia cardiaca y la ciencia sugiere cierta relación con los receptores de oxitocina, el neurotransmisor que favorece la confianza y los vínculos positivos.
Más detalles sobre el nervio vago
La activación y estimulación del nervio vago se asocia a estados positivos, e incluso es recomendada por los médicos. Por ejemplo, sirve para mejorar estados de depresión, e incluso se utiliza en ciertos casos de epilepsia.
Además, este nervio controla el sistema nervioso parasimpático, por lo que nuestras respuestas relajantes están en cierto modo gestionadas desde aquí.
Además, el neurotransmisor de la acetilcolina es responsable de la memoria y el aprendizaje. Igualmente ayuda a la calma y relajación, envía mensajes de paz por todo el organismo y sirve para frenar la inflamación física en el cuerpo. Es decir, es capaz de reducir el estrés.
También las investigaciones afirman que, al envejecer, al producir más moléculas inflamatorias, nuestro cuerpo genera estrés, lo que colapsa el sistema nervioso. Así que, bien estimulado, este nervio vago puede ayudar a retrasar los efectos del envejecimiento.
Por esto, para estimular este importante nervio, se aconseja la relajación y prácticas como la meditación, que se basa en la búsqueda del bienestar por medio de la respiración.
A través del nervio, podrás controlar mejor las células inmunes de tu organismo, algo que reduce la inflamación física y sirve para prevenir enfermedades y el temido envejecimiento.
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