¿Qué es la esclerodermia y por qué afecta más a mujeres?

La esclerodermia es una enfermedad crónica de la piel que afecta a muchas personas en todo el mundo. Esta patología se caracteriza por la inflamación crónica de la capa media de la piel, lo que la hace más gruesa y más resistente al tacto. Las personas con esclerodermia también pueden experimentar síntomas tales como fatiga, dificultad para mover los músculos, dolor y rigidez en las articulaciones.

Respuesta del sistema inmune

La esclerodermia se cree que se debe a una respuesta anormal del sistema inmunológico, que causa la producción excesiva de tejido conjuntivo. Esto puede conducir a la hinchazón, engrosamiento y endurecimiento de la piel, así como a la formación de cicatrices en los órganos internos. La enfermedad también se puede asociar con problemas en los vasos sanguíneos, el sistema digestivo, los riñones y el corazón.

Esta enfermedad puede ser progresiva y limitar el movimiento y la función de los órganos afectados. Esta enfermedad se cree que afecta aproximadamente a una de cada dos mil personas en los Estados Unidos.

Además de esto, la esclerodermia también afecta a los vasos sanguíneos, lo que puede llevar a la aparición de síntomas como la hipertensión arterial, el daño renal, el daño a los órganos internos y el daño a los vasos sanguíneos.

Enfermedad frecuente en mujeres

Esta enfermedad es más común en mujeres que en hombres, y la mayoría de los casos son leves. Sin embargo, algunas personas con esclerodermia tienen formas graves de la enfermedad que pueden ser muy debilitantes y dolorosas. Se desconoce la causa exacta de la esclerodermia, aunque se cree que se debe a una combinación de factores genéticos y ambientales. Esto se debe a que los estudios han demostrado que entre un 70 y un 90 por ciento de las personas que tienen esclerodermia son mujeres. Esta tendencia se cree que tiene como causa los cambios hormonales que se producen durante el ciclo menstrual, a la vez que a la influencia de los estrógenos y progesterona, que pueden afectar al sistema inmunológico.

Exposición a principios activos

Se ha descubierto que la exposición a ciertos productos químicos como el amianto, plomo y arsénico puede aumentar el riesgo de desarrollar esclerodermia. Por otro lado, los cambios hormonales, el estrés y la exposición al sol también se han relacionado con la enfermedad.

Síntomas y tratamientos

Aunque aún no hay una cura para la esclerodermia, hay tratamientos disponibles para aliviar los síntomas. Estos incluyen medicamentos para reducir la inflamación, relajantes musculares para ayudar a aliviar el dolor y la rigidez, y tratamientos para mejorar el flujo sanguíneo. En la práctica, los síntomas de la esclerodermia pueden variar de persona a persona, los más comunes manifiestan dolor, rigidez y hinchazón en las articulaciones, sensación de ardor en la piel, ampollas, manchas blancas y áreas de hiperpigmentación.

Los síntomas también pueden incluir falta de aliento, fatiga, problemas gastrointestinales, dolor de cabeza, problemas de visión y problemas de corazón. El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas y puede incluir medicamentos para reducir la inflamación, antiinflamatorios, terapia física y terapia ocupacional.

Evitar el sol

Como hemos visto, los pacientes también deben evitar la exposición al sol y a los productos químicos que pueden desencadenar la enfermedad. La esclerodermia es una enfermedad crónica debilitante y a menudo dolorosa que afecta a muchas personas en todo el mundo.