El Ayuntamiento de Palma prohíbe vivir en caravanas
La nueva ordenanza cívica ha sido aprobada inicialmente por el pleno
Multas de 1.500 euros a quienes pernocten en uno de estos vehículos
Ha sido respaldada por PP y Vox y el rechazo de la oposición de izquierdas
El pleno del Ayuntamiento de Palma ha aprobado de forma inicial la ordenanza municipal para fomentar la convivencia cívica que, entre otras cuestiones, prohíbe vivir en caravanas y sanciona esta práctica extendida en muchas zonas de la capital balear ante la carestía de la vivienda con multas de hasta 1.500 euros a quienes incumplan.
Con los votos favorables del gobierno municipal en minoría del PP y su socio programático en la oposición de Vox (17 concejales de 29 del salón de plenos) y el rechazo del tripartito de la izquierda (socialistas, Podemos e independentistas de Més), la norma saldrá ahora, una vez aprobada, a exposición pública antes de su aprobación final en un nuevo pleno.
Entre otras medidas, la ordenanza establece nuevas sancionesy regulaciones para limitar el uso de autocaravanas como viviendas, las visitas guiadas de más de 20 turistas, la circulación en patinetes y otros vehículos de movilidad persona sin seguro civil o la actividad de artistas callejeros.
El regidor de Seguridad Ciudadana y Civismo del Ayuntamiento de Palma, Miquel Busquets, ha defendido la utilidad del texto que se ha llevado este jueves al pleno como una herramienta para defender los derechos de los ciudadanos que respetan las normas de convivencia y «necesitan una respuesta política que garantice su bienestar».
«No se trata de restringir, sino de crear un espacio en el que cada persona pueda vivir con respeto y sin que su bienestar se vea impedido por los comportamientos incívicos», ha subrayado Busquets.
El regidor de Vox, Fulgencio Coll, por su parte, ha señalado que la ordenanza no pretende criminalizar a ningún colectivo, «sino proteger a la ciudadanía de los criminales», y ha acusado a la oposición («a los comunistas y sus aliados», ha apostillado) de haber provocado los problemas de exclusión y de falta de vivienda asequible.
Sus palabras han sido recibidas con abucheos y gritos por parte de los numerosos representantes de las entidades ciudadanas que han acudido esta mañana al salón de plenos para mostrar su rechazo ante las medidas que finalmente han superado un nuevo trámite.
Por su parte, el regidor socialista Xisco Ducrós ha considerado que la ordenanza es fruto de la incapacidad del equipo de gobierno municipal de proponer iniciativas para solucionar los problemas a los que se enfrenta la ciudadanía. «Por eso castigan a los que no tienen hogar y no les queda más remedio que vivir en una caravana», ha reprochado.
«¿Son criminales los que viven en una caravana porque no tiene una vivienda?, ¿son criminales los artistas que actúan en la calle y que no generan ningún problema?, ¿son criminales las entidades vecinales? Están planteando una ordenanza que va en contra de sus propios ciudadanos», ha apuntado Ducrós.
La regidora de Més per Palma Neus Truyol ha tachado el texto de «represivo y antidemocrático» y ha considerado que propone «soluciones policiales a problemas sociales». La única representante de Unidas Podemos, Lucía Muñoz, ha lamentado que el Ayuntamiento, con la ordenanza», «declara la guerra a los pobres».
«Les parece que los pobres ensucian la ciudad, molestan a los turistas y piensan en Palma como una marca para hacer negocio. No les importa la gente, no quieren solucionar los problemas, solo esconderlos», ha concluido.
Una veintena de usuarios de caravanas y artistas callejeros se han concentrado la mañana de este jueves frente al Ayuntamiento de Palma para expresar su rechazo a la ordenanza para fomentar la convivencia cívica
Begoña Iglesias, una mujer que tras ser desahuciada de su domicilio pasó a residir en una caravana que tiene estacionada en Palma, ha exigido a los regidores que dejen de lado la ordenanza. «Que nos dejen vivir tranquila y cívicamente en una caravana», ha reclamado.
Por su parte, el presidente de Nou Circ Social, David Peralta, quien ha acudido a la concentración atado de manos y pies con unas cadenas en señal de protesta, ha considerado que los artistas callejeros son «una especia mitológica en peligro de extinción» que promueven un modelo de turismo sostenible y un buen ambiente en los espacios públicos.
«Y ahora somos un ocio prohibido. No somos una amenaza, somos la diversión», ha clamado Peralta.