Pesa menos que el acero pero es 10 veces más resistente: la «supermadera» americana ya se comercializa oficialmente
Desde tiempos remotos, la madera ha sido un recurso esencial para la humanidad. De las viviendas prehistóricas a los rascacielos actuales, su uso ha evolucionado junto con las tecnologías constructivas. Hoy, un avance científico podría reconfigurar su papel en la arquitectura: la creación de la supermadera.
La supermadera no solo representa una mejora estructural, sino un ejemplo de cómo la ciencia puede redefinir un material natural sin alterar su esencia. El proceso de fabricación permite obtener una madera diez veces más fuerte y seis veces más ligera que la natural. Desde luego, esta innovación ofrece ventajas significativas en términos de eficiencia y sostenibilidad.
¿Cómo es la «supermadera» americana y por qué es más resistente?
La «supermadera» es un material con una resistencia superior a la del acero, y ha sido diseñado por un grupo de investigadores de la Universidad de Maryland y comercializado por la empresa estadounidense InventWood.
El desarrollo de la supermadera se basa en la modificación molecular de la madera natural. El proceso comienza con la eliminación de la lignina, un componente que le otorga color y rigidez.
Posteriormente, el material se hierve en una mezcla de agua y productos químicos para luego ser prensado en caliente a nivel celular. Este paso es crucial: al comprimir las fibras de celulosa (el biopolímero más abundante del planeta) se forman enlaces de hidrógeno que refuerzan la estructura interna.
El resultado es una madera con una relación resistencia-peso superior a la de la mayoría de los metales y aleaciones estructurales, según un estudio publicado en la revista Nature. Su apariencia sigue siendo la de una madera común, pero con propiedades completamente diferentes.
Liangbing Hu, científico de materiales y cofundador de InventWood, explicó que esta transformación convierte a la madera en un material capaz de soportar impactos que antes eran impensables. En pruebas de laboratorio, incluso resistió disparos sin que las balas lograran atravesarla.
Aplicaciones prácticas de la supermadera
InventWood ha comenzado la producción comercial de la supermadera en su planta de Frederick, Maryland. Según su director ejecutivo, Alex Lau, este material podría revolucionar múltiples sectores, desde la construcción hasta la fabricación de vehículos.
En los edificios, permitiría estructuras hasta cuatro veces más ligeras, lo que reduciría el peso de las cimentaciones y mejoraría la resistencia sísmica.
La compañía prevé lanzar al mercado dos líneas principales: Superwood Exteriors y Superwood Interiors. La primera está destinada a aplicaciones externas, como revestimientos o mobiliario de exteriores, gracias a su alta resistencia al fuego, a la humedad y a los rayos UV. La segunda se enfocará en interiores, con acabados de alta durabilidad para suelos, muebles o escaleras.
En ambos casos, la supermadera ofrece la apariencia cálida de la madera natural, pero con una resistencia equiparable a la de materiales industriales.
Además, se ha demostrado que su proceso de producción genera un 90% menos de emisiones de carbono que la fabricación del acero. Aunque el coste actual es superior al de la madera convencional, la empresa espera reducirlo con la ampliación de la producción.
Un desafío para la industria tradicional
La adopción masiva de la supermadera plantea un reto para el sector de la construcción. Philip Oldfield, profesor de arquitectura en la Universidad de New South Wales, considera que la principal barrera no está en la resistencia del material, sino en la cautela de una industria que avanza lentamente hacia los cambios estructurales.
Según explicó en declaraciones a CNN, el uso de maderas de ingeniería ya ha demostrado ser competitivo frente al acero y el hormigón, pero aún se requieren proyectos piloto y formación técnica para acelerar su integración.
El propio Oldfield destacó que materiales como la supermadera podrían ampliar el uso de la madera en edificaciones de gran escala, facilitando el diseño de estructuras más amplias y duraderas.
Además, su impacto ambiental sería notable, ya que la madera actúa como un sistema de almacenamiento de carbono a largo plazo. De este modo, su utilización podría contribuir a la reducción de emisiones en las ciudades y al desarrollo de construcciones más sostenibles.
El futuro de la supermadera en la arquitectura
El lanzamiento comercial de la supermadera marca un punto de inflexión en la relación entre naturaleza e ingeniería. Lo que comenzó como una investigación sobre madera transparente ha derivado en un material capaz de desafiar a los metales más resistentes.
Con más de 140 patentes registradas, el proyecto de Liangbing Hu demuestra el potencial de la ciencia para reinventar los recursos tradicionales.
La próxima fase será su implementación a gran escala. Si la supermadera logra superar las barreras regulatorias y demostrar su eficiencia en obras reales, podría convertirse en una opción viable frente al acero o al titanio.