Investigadores chinos crean el primer reactor que transforma el CO2 del océano en plástico biodegradable
Hasta las cremas solares contaminan los mares, y el cambio climático y la acción humana están destrozando el océano. Pero por fin tenemos una buena noticia en el panorama científico: han diseñado el primer reactor capaz de convertir el dióxido de carbono disuelto en el agua del mar en ácido succínico, una molécula base para fabricar plásticos biodegradables.
El descubrimiento fue realizado por un grupo de científicos en la costa de Shezem, y ya ha sido publicado en la revista científica Nature Catalysis. Una prueba clara de que el CO2 puede dejar de ser un problema climático en el océano, para convertirse en una materia prima sostenible.
Científicos crean un reactor capaz de convertir el CO2 en bioplástico
El sistema fue desarrollado por investigadores del Shenzhen Institutes of Advanced Technology y la University of Electronic Science and Technology of China.
La clave está en la combinación de tecnología electroquímica con biotecnología. Para ser exactos el proceso comienza al hacer pasar agua de mar por un reactor electroquímico de cinco cámaras.
Allí, una corriente eléctrica separa las moléculas de agua, lo que genera protones que acidifican una de las cámaras y liberan el dióxido de carbono en forma gaseosa.
Ese gas se canaliza hacia un segundo módulo, donde un catalizador de bismuto reduce el CO2 a ácido fórmico, una sustancia intermedia rica en energía.
A continuación, entra en acción una bacteria marina modificada, Vibrio natriegens, que fermenta el ácido fórmico y lo transforma en ácido succínico, un compuesto clave para producir plásticos biodegradables como el PBS (polibutileno succinato).
Los resultados son muy esperanzadores, ya que el sistema logró operar de manera continua durante más de 530 horas utilizando agua real del mar de la bahía de Shenzhen.
De hecho, alcanzó una eficiencia del 70% en la captura de carbono, con un coste estimado de 200 euros por tonelada de CO2 procesado, lo que lo sitúa entre las tecnologías más competitivas de reutilización de carbono existentes.
El reactor chino que puede transformar los océanos y la industria
Más allá del PBS, el reactor puede adaptarse fácilmente para producir otros compuestos industriales como ácido láctico, alanina o 1,4-butanodiol.
Todo es gracias a su diseño modular, que permite ajustar la producción según la demanda del mercado, lo que abre la puerta a una nueva generación de biofactorías marinas.
Y es que esta revolución no sólo reduce el CO2 atmosférico, sino que también aprovecha el carbono ya disuelto en los océanos, que actualmente almacenan 150 veces más que la atmósfera terrestre.
Al transformar ese exceso en materiales útiles, esta tecnología contribuye a aliviar la acidificación marina y a crear una economía circular donde el carbono deja de ser residuo para convertirse en recurso.
El invento chino que revoluciona la captura de carbono en el océano
Hasta ahora, la mayoría de las estrategias de captura de carbono se centraban en gases industriales o almacenamiento subterráneo. Este avance propone un enfoque diferente.
El invento pretende usar el océano como fuente activa de carbono. Si se combina con energías renovables marinas, como la eólica o la mareomotriz, el sistema podría funcionar con una huella casi nula y ofrecer una vía real hacia la neutralidad climática.